Ya estamos a vueltas con otra polémica jurídica sobre si se puede o no ilegalizar al partido Acción Nacionalista Vasca. No entiendo que una polémica de estas, cuando todos están básicamente de acuerdo en que se ha acabado el ‘proceso’ y ha empezado el tratamiento duro, pueda dar al traste con un acuerdo entre PP y PSOE en materia antiterrorista, un acuerdo que me parece esencial; no puede ser que ETA piense que puede ordenar la política española a base de atentar o no atentar, y eso es lo que le estamos dejando creer a la banda del horror.
Todos contra ellos, independientemente de que se pueda o no –que yo creo que no– ilegalizar a los de ANV. Eso, ahora, me parece secundario, y el PP debería entenderlo así. A menos, claro, que no quiera llegar ahora a un consenso en esta cuestión, porque estamos a siete meses de las elecciones generales y hacer oposición con el terrorismo ‘vende’.
Qué decepcionante, qué miope, puede llegar a ser esta política entre los dos grandes partidos.
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