Nuevas caras…¿las viejas recetas de siempre?


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(hay quien, desde el PP, ha tenido las narices de decir que el PSOE presenta a un ‘sesentón’ de candidato. Rajoy tiene…56, o sea, apenas cuatro menos que Rubalc. Pero, aunque el próximo presidente sea mayor que Suárez, que González, que Aznar y que Zapatero cuando llegaron a La Moncloa, la edad media en el Parlamento será mucho menor. Lo cual no tiene necesariamente por qué ser bueno, porque lo importante no es ser joven, sino parecerlo. El que es joven, lo es para toda la vida, decía Picasso. Y el que no sabe volar, no lo hará ni a los veinte ni a los ochenta).
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Ríase usted del lío provocado por la reforma constitucional….Ahora llegan ¡las candidaturas! ¿Cuántos están preguntándo(se) ‘¿qué hay de lo mío?’ en estos días de agitación, sobre todo interna? ¿Interesa a los ciudadanos quiénes van a ir en las listas, quiénes son apeados –ilustres desconocidos tras cuatro, ocho años en el escaño–?¿Pueden las mismas caras, sin canas y sin arrugas, solucionar los mismos problemas que esos mismos esquemas crearon? ¿Cree usted que traerán, esos nuevos aspirantes a diputados y senadores, ideas nuevas o se dejarán, como ha ocurrido hasta el momento, arrastrar por el ‘Irene’ que nos arrasa? ¿Habrá sorpresas agradables –gentes ilustres al margen de los ‘aparatos’ de los partidos– en estas listas? Ay, cuánto me permito dudarlo…

4 respuestas

  1. Si, a mi me gustaría saber quien es quien. Me gustaría más que el referendo el que se decidiera de una vez las listas abiertas que nos den la oportunidad de apartar a todos aquellos que no nos merecen confianza. Incluso la posibilidad de escoger entre varias listas para hacer una sola.

  2. Por hacerlo breve, será más de lo mismo y más de los mismos. Al tiempo.

  3. ¡Qué vivan los lobos grises!

    El edadismo hace referencia al mantenimiento de estereotipos o actitudes prejuiciosas hacia una persona únicamente por el hecho de ser mayor (Butler, 1969; Palmore, 1990).

    El edadismo ha sido señalado como la tercera gran forma de discriminación de nuestra sociedad, tras el racismo y el sexismo (Butler, 1980; Stallar y otros, 2002). Este tipo de actitudes está presente en la sociedad occidental actual (Palmore, 2001), probablemente incluso en mayor medida que el sexismo y el racismo, aunque es mucho más difícil de detectar (Levy y Manaji, 2002). La realidad es que la mayoría de las personas mayores envejecen de forma satisfactoria (Rowe y Kahn, 1998). Sin embargo, este hecho contrasta con el contenido de los estereotipos ampliamente difundidos en la sociedad sobre las personas mayores y el envejecimiento. La realidad es que, a pesar de lo ampliamente difundidas que están estas afirmaciones, éstas no se ven confirmadas por la investigación. Eso ocurre cuando se habla de la relación entre la vida laboral y ser mayor. Debido a la extendida creencia de que la «típica» persona mayor está limitada debido a problemas físicos o mentales, una gran parte de la población concluye que las personas mayores no están en una disposición adecuada para trabajar y que aquellos que lo hacen, lo hacen de una forma poco productiva (Palmore, 1999). Sin embargo, algunos estudios realizados con personas mayores trabajadoras han demostrado que realizan su labor tan bien o mejor que otros grupos de edad en la mayoría de las medidas de ejecución de las tareas (Rix, 1995). Opiniones edadistas como las anteriores son fruto del desconocimiento sobre quiénes son las personas mayores, y afectan incluso a grupos de población con elevados niveles de formación (Kaempfer y otros, 2002; Montorio y otros, 2003). Así, por ejemplo, Lee y otros (2003) han encontrado recientemente que la dificultad para reclutar a psicólogos especialistas en vejez se debe a la presencia de actitudes edadistas en los profesionales en formación, quienes señalan que, a pesar de los avances científicos recientes, se pueden ofrecer menos soluciones terapéuticas a las personas mayores que a otros grupos de edad.

  4. Hablar se sesentones como un insulto me parece un error, pero es que además, como usted dice, los 2 cadidatos rondan esa edad, año arriba o abajo. Y de nuevo, ninguno, los dos tienen sus historias de gobierno con sus claros y oscuros. O es que nos hemos olvidados de los hilillos de Prestige?, por ejemplo

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