Partido Jiménez-Gómez: primer set…

Estaban tensos Trinidad Jiménez y Lissavetzky (¿se escribe así?) hoy en su comparecencia ante un nutrido grupo de seguidores en el Partido Socialista Madrileño, Palacio de la Prensa. Querían forzar la foto con Tomás Gómez, que estaba en su despacho y la cosa salió regular: entre empellones, sudores, atascos en los ascensores y en la escalera, los fotógrafos estuvieron a punto de hacer un plante cuando inicialmente solo entró el cámara de Efe. No había sitios para la prensa, el desorden se palpaba…En fin, muy mal organizado (¿quién le lleva la comunicación a la simpática Trini?). Imposible hacer preguntas, porque era ‘un acto de partido’ (?).

[tele=http://www.diariocritico.com/tv/video/9300/comienza-la-carrera-por-las-primarias.html]
¿Lo hará mejor Tomás Gómez cuando se presente el domingo ante los suyos –dicen que van a convocar a mil doscientas personas– en la sede, atención, de UGT, presumiblemente entre carteles llamando a la huelga del 29?Las posiciones son irreconciliables, por ahora (en política ‘jamás’ quiere decir ‘hasta esta misma tarde’), el espectáculo está siendo glorioso, pero poco edificante: unas primarias –que a mí me parecen muy bien–han de organizarse en serio, con debates en la tele, en Internet, en los periódicos, en las radios; con actos sectoriales, no de mero aplauso, diciéndonos en qué van a mejorar la Comunidad de Madrid cada uno de ellos y por qué hay que votarles a ellos y no a Esperanza Aguirre, más allá de cuestiones ideológicas que sospecho que al ciudadano, a la hora de su bienestar, le importan bastante poco.

14 respuestas

  1. Avatar de (Angel Fabregat Pitarch) Cirus
    (Angel Fabregat Pitarch) Cirus

    Fernando, te felicito. Nos hacen falta gente como Patxi López y Basagoiti, como Esperanza y Tomás Gómez, como Camps y Asunción, para volver a la CONCORDIA que necesitamos en política (discutir pensamientos y proyectos, no sectarismos indocumentados) en Madrid, en Valencia, en Euskadi. El ejemplo de López y Basagoiti debería ser lo normal en toda España. Nos sobrans ZPs, de La Vega, Aido, Alonso, Trinis (Trinià, mi Trinià; que sí, que sí, que no que no, que a la Parrala le gusta el vino). La Concordia en política es como la deportividad en los deportes. Sin concordia no hay legitimidad política; como sin deportividad y buenos arbitrajes no hay deportes y triunfos sanos y constructivos. Cirus.

  2. Pero Don Fernando, si en las primeras declaraciones de Doña Trinidad respecto al debate con el Sr Gomez, dijo que no había nada que debatir. Va a tener mucho que empeñarse el Sr Gomez. ¡Como me está gustando este hombre! Si los aristocratas del partido lo ponen en SU foto, lo arruinan. No conozco al Sr Gomez, pero estoy a punto de decir que… bueno no es para tanto.

    Le ha salido a usted un post, mitad coñon, y mitad de digno de creyente civil ciudadano (o de carta a los Magos)

    Cuidese, que trabaja usted sin descanso y el otoño que viene precisa fuerzas.

  3. La idea de Primarias es brillante -e importada- pero debe tener regulación externa e interna para que sea realmente un proceso democrático y transparente.

    Recuerdo bien cómo nacieron las primarias en el PSOE: se trataba de apartar a Borrell de la secretaría general y poner a Almunia en su lugar. No salió bien para el aparatchik y ganó Borrell apuballante.

    Probablemente, hasta habría ganado mucho España si Don Josep hubiera llegado a presidente, pero no pudo ser: tenía enfrente a la oposición -por entonces levantisca y beligerante- y a los propios, así que ni siquiera fue cartel. Lo que importa, sin embargo, de aquellos polvos fue que el sistema brillante de los yankis nació «tramposo» y tramposo sigue en este lodazal.

    El sistema debería estar regulado por la ley electoral -¡la bicha again!- y por los reglamentos internos de los partidos. Está bien que haya varios candidatos y que la feligresía propia elija entre ellos. Está mal que se hagan primarias sobre todo porque al aparatchik ya no le sirve el candidato otrora de consenso que es lo que aquí vuelve a ocurrir. O parecer que ocurre.

    P.S.: Una apuesta rara, ganará Tomasín en cualquier caso. Si gana porque gana -como creo-, si pierde, porque ya ha ganado ser figura nacional cuando hace pocos días no le conocían ni en Madrid. Volverá.

  4. A Pascua, a Pazos:
    Creo que la cosa de las primarias en Madrid da para bastantes coñas –léase lo que cuentan hoy los periódicos. Y el domingo…ni te digo–. Pero hay algo muy serio en lo que dice Pascua Mejía: hay que reformar la legislación electoral cuanto antes. Y, de paso, los reglamentos internos del funcionamiento de algunos partidos (o mejor, la aplicación de estos reglamentos). Pero, claro, es tanta la reforma legal que se precisa en España, y que tan poco conviene a la oligarquía política, que esto va a ser como seguir clamando en el desierto.

  5. A Angel Fabregat:
    No todos los nombres de ‘concordia’ que cita son igualmente válidos para mí (Camps debería salir más a los medios, ser más transparente, independientemente del volumen de sus ‘culpas’, que aún están, aunque a algunos les cueste, por demostrar). Pero básicamente de acuerdo. Lo que, a mi juicio, es un escándalo es que no se haya podido llegar a un gran acuerdo –incluyendo la posibilidad de un Gobierno de gran coalición– para sacar al país del atolladero antes de que empezasen las precampañas electorales. Ahora ya no es posible; ¿tal vez en la próxima Legislatura, sin Zapatero (o con Zapatero, quién sabe)?

  6. Avatar de Mario Sanz (Marcos).
    Mario Sanz (Marcos).

    Creo que mientras estén Rajoy y Rodríguez Zapatero dirigiendo sus partidos, será imposible llegar a esa «gran coalición» que muchos vemos como una posibilidad de hacer un paréntesis en la guerrilla político-partidista y «refundar» esta democracia «sui generis» que nos hemos dado.

    Tampoco se vé que el señor Borbón esté por la labor. Aún comprendiendo que su margen de actuación es bastante restringido, que nunca se ha destacado por su propensión al trabajo y que tiene una aversión a mojarse más pronunciada que mi gato, tengo la sensación de que podría hacer algo más.

    Tenemos la desgracia de estar pasando nuestro peor momento dirigidos por los peores hombres (y hombras, por supuesto).

    Un saludo a todos,

  7. A Fabregat: Pues a mi me sombran los Camps (y sus trajes, solo?, los Trillos ( y su vergonzosa gestión de Yack), los González Pons ( ¿cuanto tiene que ocultar de gürtell?) los Aceves ( que cobran sin ir al Congreso , sin olvidar sus mentiras del 11M)…. ¿Sigo?
    Y otra cosa: tener ideología no es sectarismo, es democracia. Solo la ¿nueva? derecha se avergüenza de tener ideología e intenta deslegitimar a la izquierda diciendo que ellos, los buenos, son «independientes» «pensadores con proyecto». Todo proyecto político, en mi opinión, debe tener una ideología que le sustente. Lo demás es puro mercantilismo. Quienes hablan de sectarismo creo que lo que esconden es que ellos son liberales en lo económico y conservadores en lo social. Es querer dar marcha atrás en más de un siglo en la historia. Hágaselo mirar.

  8. A Javier:

    Soy de izquierdas y hasta tengo en mi pedigrí un par de porrazos de los grises en 1977. No es mucho pero da solera.

    Meterse con Camps, Glez Pons en 7 días, Aceves y Trillo no es ideología, es rabia o ironía o sarcasmo. Lo que hicieran o hagan habla de ellos y de su cobardía como servidores públicos, pero no invalida una ideología que va más allá de ellos y que, obvia y afortunadamente, les supera.

    Es un problema en nuestra nación confundir ideología con rabia. Por ejemplo, llevar una bandera española en la solapa es de neopijos neocons del pp. Estúpido. Yo llevo una y lo hago con orgullo. Defender a nuestro ejército y estar orgulloso de la GC y la Madera, es facha. Estúpido. Yo lo hago y les agradezco cada día que den sus vidas por nostros.

    La verdad es que la ideología debería hablar -como ocurre en UK, USA, Alemania y hasta Francia- del papel del Estado en la vida pública, del nivel de impuestos, de la iniciativa privada y el triunfo individual vs. la iniciativa pública y el amparo colectivo al que no triunfa, et ceteribus.

    Mi padre es de derechas y yo soy de izquierdas. Sin embargo, estamos de acuerdo en que la ley electoral actual es pésima, en que los partidos políticos reciben una innecesaria, inmerecida y onerosísima ayuda estatal, en que los sindicatos no deben estar subvencionados -paniaguados-. Estamos de acuerdo en que la voluntad de la mayoría de la nación es la que debe prevalecer y en que la Consti está obsoleta y requiere ser actualizada. Incluso estamos de acuerdo en que el estado debe ser laico, que es más aséptico que aconfesional.

    No estamos de acuerdo en cómo gasta la Seg Social su presupuesto, no estamos de acuerdo en la política de subvenciones, no estamos de acuerdo en el reparto presupuestario que favorece a los empresarios y perjudica a los trabajadores (o al revés, que tanto monta). No estamos de acuerdo en la ley del aborto -aunque mi padre acepta que es una cuestión de conciencia- ni estamos de acuerdo en el Concordato y la influencia de la Iglesia en las instituciones de nuestra sociedad.

    Tampoco estamos de acuerdo en que Aznar es un traidor a su país (yo) y no un patriota (mi padre), pero ambos sabemos que estas opiniones nada tienen que ver con la ideología de cada uno, solo con las filias y fobias que nos hacen pérfidamente humanos.

    O sea, debatimos de cuestiones ideológicas, no sobre juicios de valor acerca de si ZP (como le llama mi padre) es más imbécil que Rajoy o sí Glez Pons en 7 días es un buen chaval o, como creo yo, una serpiente peligrosa y más falsa que un duro de madera. Incluso coincidimos en que Leire Pajín es una rémora pésimamente preparada e incapaz para la política de primera división.

    Y ambos sabemos que todas estas cuestiones son ajenas a la política, nos embrutecen como personas pensantes y agrandan la brecha de lo que nos separa en vez de trabajar afianzando lo que nos une. Las usamos, sí, pero no en la confrontación ideológica si no solo en la tertulia al albur de los telediarios.

  9. Avatar de Mario Sanz (Marcos).
    Mario Sanz (Marcos).

    Joer, Pascuamejía: Habiendo superado mis contradicciones internas, puedo decirle con total convencimiento: preséntese usted a lo que sea, que le votaré…..;-)

  10. jajajajaja, asias millón mario/marcos, pero me temo que no tengo talante. Ayudo si puedo y cuando puedo porque creo en este país de mis entretelas, pero de ahí a dar el salto al que me invitas… mi ambición es pequeña para tan grande precipicio…. claro que si me acompañas en la aventura… 😉

  11. A Marcos, a Pascua:
    yo envido

  12. Avatar de Mario Sanz (Marcos).
    Mario Sanz (Marcos).

    Lamentablemente el monopolio de la representación que detentan los partidos, perfectamente blindado, no hace posible que candidatos independientes accedan a nuestro Olimpo cutre, hogar de los modernos «diosesillos» de pacotilla que rigen los destinos de los mortales españoles.

  13. Marcos, no, nos dejarían, pero les daríamos un susto de cojones. Bastaría un poco de pasta, muchas ganas y alguna ayuda mediática, si es que esto último es aún posible en España.

    Claro que no conviene olvidar que Super Mario Conde lo intentó con mejores herramientas y pre-supuestos y entre Aznar y Felipe Glez se lo abrocharon y acabó en el trullo.

    20 años después, Felipe escribe artículos jacobinos al alimón con la Furriela Carmeta; Aznarín de Tarascón predica por el medio oriente la palabra de Dos (Bush y él) y Supermario es tertuliano intereconómico, escritor de libros de Autoayuda y Gurú Majareta de filosofía hindú aplicada al capitalismo españós.

    No sé Marcos, me da que me voy a rajar ante el envite de Fernando: no tengo cartas para envidar-más y aunque llevo juego y grande, no tengo pares. 😉

  14. Avatar de Mario Sanz (Marcos).
    Mario Sanz (Marcos).

    Es cierto que lo de Conde acojona un poco a cualquiera que no provenga de ninguna de las dos canteras oficiales proveedoras de «líderes». Fué toda una lección.

    Si don Fernando no cubre las necesidades económicas que demanda esta iniciativa, creo que deberemos abandonar, y no será por no tener juego.

    Señor Director, tiene usted la palabra…

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