¿Está bien eso de sacar en las teles a los detenidos, presuntos culpables, esposados cuando entran a la Audiencia Nacional? A mí, personalmente, esa ‘pena de Telediario’, que ha vuelto a aplicarse a los presuntos responsables de la ‘trama Pretoria’ (¿por qué se llamará así?) no me gusta un pelo. No siento la menor simpatís, desde luego, por los que abusan de su cargo, que les hemos entregado y les pagamos nosotros, para estafar el dinero de los ciudadanos. Pero siento mucho respeto por el Estado garantista de derecho, y ese Estado no se está cuidadndo demasiado. Ni en el aso Palma Arena, ni ahora. Todo individuo, aunque sea un chorizo, tiene derecho a su dignidad, a la presunción de inocencia y a un trato digno. No se les ha dado, y siento compasión por ellos, aunque veo que no todos se solidarizan conmigo, y menos con ellos.
Pena de Telediario
14 respuestas
Nada, nada, que les hagan llevar una cruz por medio de la calle y de vez en cuando les tiramos piedras, que eso del derecho a la presunción de inocencia no sirve pa ná, una chuminá inventada por algún listillo.
Y me hago eco del caso Faisán, del mismo Juez, super G, que ahora por fin enseña el video a quienes no lo habían aún visionado para que viesen quién era el chivato… y vieron unos lindos cortes en su lugar. Debe ser el trailer de promo del video original, para darle más emoción.
Del Estado social y democrático de Derecho en el que nos constituímos, lo democrático y lo de Derecho se nos está yendo poco a poco por el sumidero. ¿o no?
La legislación en España en este asunto no plantea las restricciones que, por ejemplo, tiene Francia. Todos tenemos en la mente las detenciones de etarras que salen con una camisa, chaqueta o lo que sea por encima de la cabeza para no verles la jeta, o la detención de Henri Parot con un poli poniéndole la mano abierta delante del rostro, que el otro sorteaba para gritar a la cámara. Lo de la pena de telediario se hace cuando interesa, cuando se cuela la prensa o cuando se relajan los mandos policiales y no sólo con el tema de la corrupción, ahora de moda, como se puede ver con las detenciones de Otegui y compañía, decenas de presos comunes y de otros especímenes más o menos mediáticos.
«Odia el delito y compadece al delincuente», que decía C. Arenal. Creo que todos sentimos siempre cierta pena al ver a alguien humillado.
Tampoco le veo la necesidad. Si es norma de la policía, tampoco veo porque se han de hacer distinciones entre el que roba un bolso y el que se lleva 20 mill. del dinero de todos.
Sería bueno saberlo y que no se hagan distinciones por razones de relevancia del personaje o no.No me dan ninguna pena.
El que supuestamente roba un bolso, tiene muchas más posibilidades de huir y de emplear la fuerza, y dificilmente se le destroza la vida, porque no va a salir en los telediarios y periódicos en primera plana -quizás durante días, y posiblemente saldrán recurrentemente esas fotos si se le cita en el futuro-.
Un político dificilmente me lo veo (alguien lo ve así) pegando a la policía y huyendo a la carrera. Y la vida y su carrera se la destrozan, independientemente de si es culpable o no.
La igualdad consiste en tratar de modo desigual a los desiguales. No en tratar a todos igual.
En cualquier caso, no recuerdo ningún detenido por robar bolsos que lo tengan en la calle, esposado, a la vista de todo el mundo, mientras miran y remiran en bolsas de basura.
A mi lo que me molesta es que siempre salga este debate cuando enchironan a políticos.
¿Pena?. Ninguna. ojalá este fuese un estado garantista….con el ciudadano, no con el que atenta contra él, y menos con el que se aprovecha de un cargo público.
[…] rango aparecen esposados como lo que son, presuntos delincuentes, por someterlos a eso que llaman pena de telediario. Resulta patético, en esta ocasión y cuando se trata de personajes públicos, calificar […]
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Debiera ser garantista con todos, eso sí, el que se pruebe que se lo ha llevado calentito, que lo devuelva todo, y que lo pague de verdad. para ello, reforma del código penal, ampliando mucho las penas (con reducción -no demasiado, sólo lo justo para que incentive la devolución -si se devuelve el dinero-) y ampliando muuuucho los plazos de prescripción.
Ayer leí cómo el ministerio de igualdad a través de una empresa financiaba a las juventudes socialistas (algo así era el tema) cuando no pueden hacerlo. ¿pasará algo? Juas!
Los ricos también van a la “sombra”
El juez Garzón, que no entiende de arrepentimientos ni remordimientos, y que le gusta enseñar toga, suele ser brazo ejecutor implacable y “figura” perseguidora en el camino de alcanzar al culpable que merece castigo. Un tanto mediático, eso sí. Más cerca que lejos de su Eros más profundo. Ha mandado al “hotel las rejas”, a los corruptos ya tan citados en estos últimos días. Encaminados a reparar el daño hecho detrás de unos callados muros, camino de un empedrado, donde su andar pudiera ser senda del arrepentido.
Ahora, una nueva oportunidad se abre ante ellos; la reinserción. Los demás reclusos, sabiendo de tan ilustres nuevos inquilinos, con tanto revuelo y turbación de movimientos, andan un poco preocupados, sabiendo que cada reo tiene su propia historia que contar. Pero tomando sus precauciones al grito de:
– ¡Cuidado con las carteras!, que vienen los “corruptos”.
– ¡Oiga, sin faltar! Nosotros somos como la gente, normales.Los espigones tienen un faro y la codicia acaba chocando contra los riscos afilados de la roca. Se están abriendo precedentes en la justicia, anulando el tópico de que sólo van a prisión los desgraciados, los toxicómanos y los desorientados. Y es de justa medida, que el que cometa delito punible, aprovechándose de su posición y el desempeño de su cargo, acabe siendo prendido, juzgado y condenado. Para que pague lo que debe, con el castigo que se merece, anulando las mentiras por haberlas rehuido la primera vez. Con privación de su dominio y señorío, purgando sus fechorías, y recibiendo el castigo de dejarlos sin ver el aire que viciado respiraban.
Ya no valen excusas ni dispensas estériles para eludir a la justicia, que es unidad de medida del sistema. El juez Garzón, puede ser valiente o inconsciente, pero demuestra no temer a nada, cosa que para ser juez ayuda y refuerza, a una justicia a veces perfumada con muchos miedos comunes.Lúdica puede ser su estancia en prisión, pudiendo colaborar en diversas actividades, tales como: “El coro de la cárcel”, o dar tranquilos paseos por el patio con las manos en los bolsillos y la mirada perdida, o jugar al ping-pong embutidos en un sencillo y discreto chándal. Dispondrán de su propio “chabolo”, donde podrán colgar posters de chicas en top-les y demás santerías que les protejan.
Tendrán derechos a vis a vis, por si quisieran darse un leve placer de inocente hedonismo. El resto de los presos, deben de estar intranquilos y agitados por tan ilustres nuevos compañeros, alborotados y alterados, esperando que no les quiten lo poco que tienen. Porque de casta la viene al galgo, y suele pensar el ladrón que todos son de su condición. Desde que Mario Conde fue a la cárcel, en este país cayeron algunos estigmas, y la mala fama que suele envolver a la justicia, que parecía sólo alcanzar a los pobres y a los marginados excluidos. Ya no hay balcones para unos pocos, sino celdas para todos.Detrás de uno fríos barrotes, probablemente los días pasen poco a poco. Se vea la vida en blanco y negro, acromáticamente y llena de elementos grisáceos, donde la espera les puede volver ansiosos. Reflexionando por haber errado en el camino de la corrupción política, que se nutre de sí misma con argumentos de poco calado. Podrán tararear canciones de los Chichos: “A chorrar me dedicaba yo…”, o cualquier trozo de dramática zarzuela. Eso, va a gustos y a agrados de cada uno, y no tiene más importancia que la de estrechar lazos con el resto de confinados.
Huye hombre huye, de los miedos del jardín de tus pecados. Afronta tu exculpación y penitencia con privación de tu libertad. Afuera, los pájaros seguirán el canto en sinuoso silencio. Y cuando un día, seas libre como el aire, derribando muros con la imaginación, con el ansia esperarás que abran las rejas selladas. La lágrima que cae de tu mejilla no te exculpa de tu pena, y no borrará las pruebas con las que al pueblo engañaste. Un no me olvides de libertad susurrará en tu conciencia confundida, porque el día de mañana, cuando salgas a la calle, la sombra de la moral que traicionaste no sea igual que la de ayer, cuando te aprovechaste de la bondad de tu pueblo a la penumbra del sistema.
Sergio Farras (escritor tremendista)
Reconozco que, respetando la presunción de inocencia, es un poco fuerte ver el traslado de estas personas desde el furgón al Juzgado de Guardia. Pero también me digo, que ningún juez envía a la cárcel sin fianza a presuntos inocentes no?. Por tanto , señores, me dan más pena mis conciudadanos y yo misma, que asistimos inermes a toda clase de tropelías cometidas por algunos individuos pertenecientes a la llamada clase política, que deberían ser renombrados como clase depredadora y de mano ágil y moral distraída y si no veamos el caso del Presidente del PP en Ceuta, que ya es el colmo de ser cutre y sinvergüenza o bien tener el síndrome Clinton en el despacho oval. A la cárcel, sin fianza y con las cámaras en la puerta, para que les vean sus vecinos y no les hablen ni en el ascensor de sus casas.
Joder, cómo cambia la cosa desde el inicio del último mensaje, al final del mismo mensaje…
Pues quien la pena no quiera
la del telediario, digo
olvide la cosa choricera
y, si n robar, eso es fijo
que no habrá imagen noticiera
pal honrao, aunque sea pijo
ni lo llevan esposao para la trenaQue alegria, malatesta nos visita. Con más razón que un santo, que me pregunto yo ¿Porque tiene un santo más razón que otro ser?
Bueno da igual, el caso es que es fin de semana y estamos a la espera de que el Sr. Jáuregui, nos eche algún comentario de actualidad.hospedaje web economico…
Este sitio tiene buenas recomendaciones de hostings economicos…
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