Pese a todo, yo legalizaría a los de Batasuna bis.

Comprendo que lo que los herederos de Batasuna nos van a plantear esta semana es un dilema, pero es lo que le corresponde a un Estado de derecho: ¿asumir el riesgo? O más bien ¿interponer por principio el veto para que los herederos de los protetarras, que ya so no sé si lo son tanto, puedan o no presentarse a las próximas elecciones municipales de mayo? Me parece que el dilema ha de resolverse ya, misma semana, y yo no quisiera hurtar mi parecer al respecto.

He sufrido, como tantos de mis compañeros, la presión de ETA. Incluso creo que han arruinado en algo algunos buenos años de mi vida. Pero me parece que no es el momento de andar sacando credenciales de lucha por la libertad frente al fascismo terrorista; es algo tarde para eso y otros tienen muchos más títulos. He tenido que seguir, profesional y personalmente, los avatares de los cachorros del horror y del terror: me involucraba personal, familiar y profesionalmente. No les debo sino pesadillas, amenazas indirectas, indignaciones. A otros, ya lo sé, los del horror les deben mucho más.

Pero tengo la sensación de que estamos abriendo un nuevo capítulo. Aunque nos cueste convencernos de ello. El mundo de los de las pistolas, la violencia, la sinrazón, se ha acabado. Así de simple. Resulta absurdo refugiarse en la historia, tremenda; o en las víctimas. Sería intolerable aferrarse a nuestras pesadillas con estos malnacidos, tremendo episodio de cuarenta años, para no dar fin a este capítulo negro en la Historia de España (sí, de España).

Se lo voy a decir a usted claro y alto: puede que el corazón me sangre y el cerebro me tiemble ante este riesgo, pero yo les dejaría presentarse a las elecciones municipales. Quiero ver cuántos les votan, y qué hacen ellos para que les voten. No sé si estarán camuflados bajo las impotentes cifras de Eusko Alkartasuna –menuda degeneración desde sus orígenes–, quién sabe si bajo qué nombre supuesto; a mí, a estas alturas, lo que me importa es saber si reniegan de los locos de las pistolas, los explosivos, los secuestros y la falta de libertades. Si lo hacen, sea bajo la fórmula que sea, que se presenten y que los electores decidan si les dan su confianza. Allá ellos; yo no se la daría, pero no quiero ser el juzgador de la nueva situación. Y tengo interés en saber si, en una sociedad moderna, evolucionada, como la de Euskadi, estos tipos tienen aún algún porvenir. Si lo tienen, Dios les, nos, ampare.

Lo que desde luego no quiero es que nadie me responsabilice después de no haberlo intentado; para volver a lo de antes siempre estamos a tiempo. Porque ‘ellos’, estos tipos lamentables, no nos van a ganar nunca y usted y yo lo sabemos perfectamente. Dejémosles intentarlo: es su última oportunidad. Y la nuestra.

(que todavía algún o.e –odiador extraviado– tenga los huevos de llamarme proetarra…ay, Dios, qué gente queda por ahí)

9 respuestas

  1. es difícil ver con claridad, más aún discernir con ecuanimidad. En principio, diría sí tras verles cumplir la ley: condenar (inequívocamente) la violencia, renegar de eta y aceptar la democracia como única vía. Con esto ganarían la cuarentena pepera de una legislatura.

    Si además piden perdón a las víctimas -o a toda la sociedad- lo de mayo sería viable.

    Va a ser jod ido. Veremos a los montaraces, politicos, periodistas y agitadores profesionales.

  2. Visto lo visto y todo lo que ha pasado, creo que habría que exigirles antes a los que han asesinado un digna propuesta de entrega de armas y de arrepentimiento sincero ante las víctimas, con las debidas compensaciones morales y económicas y con trabajos serios de redención de penas. Los que han asesinado una y otra vez o han sometido a torturas como las que sufrió Ortega y otros, o los que mataron a Gregorio, a Miguel Angel, no pueden salir de rositas y con artimañas y mentiras de nuestro ínclito Rubalcaba.
    Mientras amenacen con matar y extorsionar, no se les puede dar ni agua. Tampoco creo que deba haber vencedores y vencidos, pero sí criminales castigados suficientemente, arrepentidos de verdad y perdonados luego. Creo que deberíamos valorar más el comportamiento heroico de las víctimas que nunca se han tomado la venganza por su mano. Y algunos han podido hacerlo.
    Me pasa como lo que sucede al comparar Besteiro, Muñoz Seca, Franco, Largo Caballero y Carrillo. Unos murieron injustamente y siendo buenas personas, perdonando incluso a sus verdugos, como Besteiro y Muñoz Seca. Yo creía que en el 78 a Franco y a Carrillo se les habíaamnistiado por igual. Ahora resulta que se quita todo lo que huele a Franco, manipulando y falsificando la historia, olvidando todo lo que hizo bien y resaltando sólo lo que hizo mal. En cambio se mantiene la estatua de Largo Caballero sobre un pedestal donde hay frases absolutamente contrarias a la democracia, y se honra a Carrillo resaltando todo lo que hizo bien en la transición y olvidando todos los crímenes que hizo o consintió durante la Guerra y antes. España debería tener un gran corazón para PERDONAR A TODOS, pero también debería conocer bien la Verdadera Historia de la República, de la Guerra y de la Postguerra. Franco nunca fue un Hitler ni un Stalin. Los que ahora le denigran (yo le critiqué públicamente cuando vivía) callaban ante Stalin. Cirus.

  3. Creo que si a cualquier ciudadano se le exige cumplir la Ley (cualquier ley), no veo la razón por la cuál tenemos que ser laxos con estos señores. Creo que se ha repetido por activa y por pasiva, que basta con que cumplan los requisitos mínimos, para que pueden concurrir desde ya a cualquier comicio. Lo demás, es una nueva rendición del Estado de Derecho.
    Claro que el objetivo es la paz, pero a estas alturas, no la paz a cualquier precio; y no es solo una frase para la galería. De hecho, pienso que el precio que pone el Estado para dejar que estos señores vuelvan a las instituciones, es mínimo. Si estos mínimos, son incapaces de cumplirlos, mal empezamos.
    Resulta evidente las ganas que tiene la sociedad de pasar página, y olvidar cuanto antes tanta sangre inútilmente derramada; pero también es cierto, que una sociedad que se respete a sí misma no puede pasar página sin más, el Estado de Derecho no puede olvidar, ni olvidará: la justicia es lenta, pero inexorable.
    Sigo pensando también, que elementos como Oreja, debería el PP desautorizarlos, pues ahora que hay consenso en la lucha contraterrorista, no hacen sino sembrar la mayor cizaña posible para que esto deje de ser así. Debe ser porque no le conviene la desaparición de la banda, y cuanto peor se lleven los grandes partidos, más lejos estará su desaparición.

  4. Pues yo les diría a los de Batasuna tomen ustedes mas tila y menos té. Parece que aquí no hay gatos.

  5. Pues que quieres que te diga, querido Jauregui, me parece que en esta ocasión te estas pasando de confiado y de buena gente, no creo que esos elementos (apoyando lo que han apoyado, y estoy seguro que apoyan, me cuesta horrores considerarlos personas) tengan ninguna sana intención, tan solo la pretensión de chupar del bote cuatro años nuevamente, y financiar a aquellos a quienes escenifican despreciar. Por lo que a mi respecta, a cumplir punto por punto la ley, y una larga cuarentena. De buenos a tontos hay un solo paso, y creeme Jaúregui, no interesa nada de nada darlo

  6. «Lo que no puede ser, no puede ser y además es imposible».
    Legalizar Batasuna2 o como quiera que se llame supone:
    Acceso al censo.
    Financiación como al resto de los partidos.
    Mayor presencia en la sociedad.
    Acceso a muchisima información desde los Ayuntamientos
    Posibilidad de contratar a empresas «partidarias» allí donde salgan elegidos.
    Posibilidad de contratación de asesores del «entorno» allí donde salgan elegidos.
    …..y muchisimas cosas más.

    La carencia de todo esto ha hecho muchísmo daño a ETA y su entorno. No nos engañemos

  7. Totalmente de acuerdo con Turner

  8. De acuerdo total con Turner

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