Internet sigue siendo un terreno al que las clases ‘acomodadas’, tradicionales, entre ellas la clase política, le tienen miedo. Incluyo también a los medios tradicionales, que ven una amenaza en la creciente influencia de la Red, una influencia que se traduce, al fin, en el interés de unos anunciantes que iban retrasados sobre la realidad.

Llegan ahora los debates electorales. Y nada. Mucha pelea entre las cadenas de TV –ya verán cómo acaban contentando a todas, de una manera otra–, pero a Internet, nada. Le dices a Rajoy (a través, claro, de su jefa de prensa) que quieres hacer un chat con él en la Red y grandes risas. Otra cosa sería si quien se lo pidiera fuese una emisora de radio con una audiencia muy inferior. A Zapatero, vía Moraleda, casi ni se lo decimos: para qué.

Pero nosotros, y no me refiero solamente a diarocritico, desde luego creemos que tenemos derecho a retransmitir esos debates entre Rajoy y Zapatero, porque creemos que prima el ‘interés general’ sore los egoísmos particulares. Y pagamos nuestros impuestos como cualquiera: ¿por qué la televisión pública no nos va a hacer un hueco, si es pública, y cedernos su señal, si es que resulta ‘agraciada’ con la lotería de un debatazo?

Pues eso: que queremos que el debate llegue, por Internet, a todos los rincones del mundo. Hay muchos latinoamericanos, que incluso votan a partidos españoles, que lo reclaman. Y no solo ellos. Ya está bien de que las ‘superestructuras’ nos discriminen, y nosotros calladitos.

Sugirere Pío García Escudero, el negociador por el PP; un terreno neutral, desde el que se emita la señal a todas las televisiones., Y, es de suponer, a cuantos periódicos en Internet la quieran.

Pues resulta que la queremos. Y la vamos –yo, al menos– a seguir exigiendo.