¡Por favor, que alguien se lleve a Maragall a algún monasterio, cenobio, de embajador a Ulan Bator, algo! Hoy ha dado una soberbia lección de falta de ética política, aferrándose al cargo a toda costa. Menudo debate de política general; evidencia el estado de salud ética y estética no solamente del president de la Generalitat, sino de toda la clase política catalana. Nunca como hoy este comentario ha merecido estar en el apartado /politicastros/. Con lo lucida que, tras una gestión de desastre, le hubiese quedado una dimisión…Bufff…
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