Se tienen que ir. Por motivos acaso diferentes, pero, para regenerar usus y costumbres en la política española, se tienen que marchar. El tesorero del PP Luis Bárcenas y el director del Centro Nacional de Inteligencia, Alberto Saiz. A ellos, sobre todo, me refiero ahora. Respetando toda la presunción de inocencia que se quiera respetar: parece que ellos mismos están convencidos de que no hay culpa alguna en sus actuaciones, aunque ambos lo transmiten fatal a la opinión pública.
Digo que se tienen que ir precisamente por esto: porque, con su secretismo, con su falta de transparencia, con sus maniobras orquestales en la oscuridad, estan haciendo mucho daño a sus respectivas organizaciones. El CNI funciona mal y por algo será que una gran parte de los trabajadores de la ‘casa de los espías’ se ha posicionado abiertamente contra su director. Lo del PP, lo mismo: no he encontrado ni un solo militante, ni un solo dirigente, que no piense que Bárcenas se tiene que largar cuanto antes, voluntariamente o con una patada en donde fuere.
El cargo político no solamente tiene que ser honrado y, además, parecerlo: además, tiene que ser útil para los intereses de su partido o de su Gobierno. En una empresa privada les habrían echado a los dos. ¿En qué diablos está pensando Rajoy?¿En qué diablos está pensando Zapatero? La semana próxima debería ser la del cese de ambos, si no quieren dimitir.
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