(Joan Miró: ‘figuras invertidas’).
Madre mía, la que están organizando las tertulias y/o columnas con la descabellada idea de que se puedan cambiar los apellidos (ya existía eso), aunque primando el orden alfabético en caso de conflicto en la pareja parento-maternal. Eso, después del debate parlamentario sobre la necesaria vigilancia en los colegios para que los niños puedan jugar a las muñecas y las niñas al futbol…¿estamos en buenas manos?
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