Ya sé que este es un blog esencialmente político, pero hoy quisiera hablar de lo que todos en todas partes: del futbol. Pan y circo, y todas esas cosas (siempre defendí que el pan es imprescindible, y el circo, necesario). Me alegré, cómo no, del triunfo de España: ojala lleguemos a la final y ganemos. Pero…
Pero no creo que ganemos con este equipo, la verdad. No soy un experto en futbol, sino un aficionado medianejo, forofo de un equipo, el Racing que, en fin, mejor no hablar. Sé, sin embargo, cuándo me divierto y cuándo no, cuándo sufro y cuándo lo veo todo rodado…Como usted y casi todos, supongo.
Y la selección española, que es un gran conjunto de buenos jugadores, falla en aspectos clave. La puntería, por ejemplo; que Torres fallase seis –¡seis!– ocasiones de gol es lamentable. Que todo depanda de la genialidad del ‘guaje’, más lamentable. Que de los once jugadores cinco parezca que no están, aunque uno sería mejor que de verdad no estuviese (hablo de Navas), peor. Que en los últimos veinte minutos los rojos se dedicasen a pasear por el césped, agotados, alarmante.
No digo yo que seamos los peores del mundo, ni mucho menos. Pero sí digo que fremnte a Honduras, un equipo flojísimo, teníamos que haber hecho algo así como Portugal con Corea: siete cero.
Tiemblo al pensar en el partido contra Chile, que es una selección en toda regla…
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