Se compartan o no, hay que entender algunas manifestaciones…


—–
No, yo no voy generalmente a manifestaciones. Desde luego, no a la republicana de mañana. Y menos aún a escraches, que algunos quieren confundir con manifestaciones, sobre todo en ciertos medios aineados con tesis gubernamentales. Pero creo que hay que comprender muchas de las cosas que están pasando, analizarlas en sus justos términos.
——

Escucho a un corresponsal extranjero en una radio nacional (SER) justificar eso que ha dado en llamarse escrache, palabro que el Ministerio del Interior quisiera hasta prohibir: la gente no tiene contacto, en España, con los políticos, dice, con un asomo de superioridad, pero no sin razón, el periodista anglosajón. Y eso, claro, justifica para él la salida de la gente a la calle, en momentos de tensión y ansiedad ciudadanas, aunque sea a rodear las casas de los políticos, el penúltimo el presidente del Congreso y ‘número tres’ en la jerarquía del Estado, el muy moderado Jesús Posada. Naturalmente, no justifico estas invasiones de la privacidad de la gente, sea tal gente o no miembro de la casta política, faltaría más. Pero creo que no vendría mal un poco de serenidad y autocrítica a la hora de analizar lo que está pasando, que es mucho y muy serio.

Claro que hay que culpar a eso que llamo ‘casta política’, integrada por Gobierno(s), oposición(es), algo del funcionariado y bastante de las instituciones, de la sensación de malestar generalizado que se palpa en España. Y no deja de tener razón el mentado corresponsal que ayer por la mañana hablaba en una radio de difusión nacional cuando dice que en otros países democráticos el contacto entre esa clase política y el ciudadano de a pie está mucho más normalizado y es, por supuesto, mucho más frecuente. Pero, claro, ¿cómo va a salir a la calle a estrechar manos el político, cualquier político, que teme ser abucheado por esos votantes defraudados, por esos hombres y mujeres cabreados, empobrecidos, acostumbrados a esperarlo todo del Gobierno y a culpar de todo al ‘porco Governo’…o a la oposición, o al Rey, o a quien sea?

Por eso me digo a mí mismo que la culpa del nacional-pesimismo no la tiene solamente –solamente– el estamento de nuestros representantes. La falta de sociedad civil es, en España, asfixiante, y desde luego no podemos desconocer que una larga, larguísima, tradición de gobernar sin la menor participación del ciudadano, sin mirarle siquiera, tiene la mayor parte de la responsabilidad de esta España que sigue tan invertebrado como cuando lo denunciaba Ortega. Y entonces la decepción se estructura en redes sociales que convocan a los ‘onceeme’ o, mañana, a los ‘catorcea’, para protestar contra un estado de cosas que les parece injusto, para pedir cambios que les parecen necesarios.

¿Cómo esperar otra cosa cuando desde el Parlamento se vetan preguntas incómodas para el estatus monárquico, se desaloja del Congreso a tirones a ancianos desesperados porque, a manos de las preferentes, lo han perdido todo, o se califica de ‘escrache’, con tintes casi delictivos, a una simple manifestación ante un partido político? ¿Cómo no entender el abandono ciudadano a sus representantes cuando iniciativas legislativas populares avaladas por más de un millón de personas, por ejemplo la que pretendía regular los desahucios, son simplemente tiradas a la papelera, o poco menos, a la hora de elaborar la ley? No es este, no, el modo de contener la marea, hasta ahora y en general muy civilizada por cierto, que toma las calles día sí y día también, para protestar contra tantas situaciones patentemente injustas.

Y claro que no estoy criticando tan solo a un Gobierno que estoy deseando, por nuestro bien, que acierte, y que en materia de contacto con los ciudadanos está fracasando de manera estrepitosa (como sus antecesores, los antecesores de estos, y…). Ni me estoy refiriendo apenas a la dejadez o las ‘ocurrencias’ –como las expropiaciones de casas ‘a tres meses’ de la Junta andaluza, idea respaldada por el mismísimo Rubalcaba—de algunos sectores de la oposición, igualmente desprestigiados y, si no, véanse las encuestas. Ni siquiera quiero centrarme en la corrupción floreciente en un inmediato pasado, que ahora sale, como un torrente, a la luz, y que salpica desde a nuestra primera institución hasta a ayuntamientos pequeños: quiero creer que ahora ninguno de esos desmanes sería ya posible, y eso que tenemos ganado.

Claro que todo eso es criticable. Pero también lo es que algunos de los líderes sociales que surgen en el hervidero ciudadano, desde Ada Colau hasta, ponga usted si quiere, Jorge Verstrynge, pasando por algunos dirigentes sindicales –todo mi respeto hacia los reelegidos Toxo y Méndez, a quienes considero honrados…y equivocados– y por algún ex dirigente político dedicado a la causa republicana, como Julio Anguita, actúen a veces más como esos actores que utilizan la protesta política para la promoción personal que al servicio de la protesta ciudadana. Tampoco están sirviendo, me parece, para la articulación del país en el Estado moderno, fuerte, eficaz y solidario que alguna vez, en esta primera transición ya acabada, estuvimos a punto de ser. Quizá ahora, en esta segunda transición ante la que patentemente estamos, tengamos una nueva oportunidad; pero, la verdad, ninguna de las actitudes en presencia hace concebir demasiadas esperanzas. Y eso, si continúa, hará inevitable un profunda cambio de rostros y de actitudes, ya lo verán

6 respuestas

  1. Tu palpable grado de indignación es parte del asunto. Eres un hombre paciente, periodista observador y fino analista y, sin perder estas cualidades que envidio, entiendes que los políticos lo están haciendo mal -no estos, todos- y que la gente -prefiero ciudadanía- se nos están inflando los bemoles no sin razón: no es aceptable tratar a empellones a ancianos a los que la codicia de los más encumbrados ha esquilmado sus ahorros o a puñetazo limpio a los que acuden en socorro de un vecino al que, con una ley abusiva en la mano, van a «lanzar» de su casa.

    Hablas de segunda transición. No es una buena palabra: la transición es pasado muerto y enterrado; de lo que tenemos que hablar es de democracia y de formas democráticas. Yo también escuché la SER y, aunque no lo dijo, a lo que venía a referirse el corresponsal era a algo obvio y evidente: es necesaria una forma política en la que los diputados sean responsables uno a uno ante sus votantes. Necesitamos listas abiertas y elecciones por distritos electorales vecinales: las listas cerradas son un robo y la ciudadanía ya se ha hartado. Los grupos parlamentarios cerrados y obedientes hasta la extenuación solo amparan corruptelas y paniaguados dentro de los partidos que saben que para conseguir poltrona perdón escaño hay que pelotear al líder que es como suele llamarse al que domina las estructuras del partido después de años defenestrando a cuantos se aparten de «su» ortodoxia.
    Seguimos viendo espejismos y nos siguen engañando con espejuelos: la política no es de ellos, las instituciones no son de ellos y la solución no está en el nombre que tenga la cosa, república o monarquía. La solución se inventó a fines del XVIII, se llama democracia, un sistema en el que los ciudadanos son los que mandan y delegan en unos cuantos la gestión de los haberes comunes. Estos aprendices de laisser fair, laissez passer no saben en estos momentos hacia dónde tirar o cómo recomponer tanta mandanga.
    El presidente Rajoy no tiene idea de qué debe hacer y simplemente se deja arrastrar por sus consejeros aulicos para hecer cuanto digan la canciller Merkel y la troika y no me malinterpretes, con sistema tan escacharrao como el nuestro lo mismo pasaría gobernara quien gobernara y fuera del color que fuera. Es por eso que últimamente hago tanto hincapié en la necesidad de barrer de todos los puestos de mando -políticos y civiles- a todos los mayores de 40 años -es una manera de hablar- porque este ya no es su/nuestro tiempo. No quiere decir que no sirvamos, quiere decir solamente que estamos usurpando una función que no nos toca ni moral ni física ni políticamente. P.S.: Estos días pasados he estado viendo canales canadienses y estadounidenses en la tele. Me ha impresionado ver que entrevistaban a personas de 19, de 23, de 25 años en todas ellas, que los entrevistadores estaban en la treintena y que los platós se compartían con mayores de 50 y 60 y los chavales debatían de igual a igual, les replicaban con habilidad y sin acritud y despertaban risas, aplausos y simpatías entre el público. Aquí lo más parecido que tenemos es el Club Megatrix o el disney channel. Y al loro: ahora la nueva forma de coartar cualquier posibilidad de regeneración política va a ser llamar «populista» a cualquier intento que no provenga de las granjas de politicos pollo que son los ya obsoletos e inútiles partidos. Seguiremos, sin embargo, utilizando las palabras: ya no lucho por mí que estoy ben la penúltima vuelta de mi vida, lo hago por mis hijos.

  2. Remedándote un poco T.H.: como dice ese inmenso poeta de la vida, Carlos
    Goñi, «la vida son cuatro días y yo por el tercero voy…..»
    Pues, sí, querido Pascua, al final me daréis, aunque hagáis juegos malabares
    con las palabras, que para eso sois(tú, Sensei y G.K.)verdaderos maestros del verbo, la razón y veréis que, mezclar ideologías y religiones con la política, es muy, muy malo.
    Lo repetiré hasta la extenuación:no debe haber inmunidad para nadie y quien
    la haga que la pague. Con esta muestra de políticos que tenemos vamos mal,
    muy mal. Urkel es idiota, Dumbo un canalla, ZP un BEPD y con quienes te has
    cubierto de «gloria»,querido amigo,es con esos badulaques filibusteros de Mas,
    Durán i Lleida y, especialmente, con el nuevo presidente de la CEOE, de cuyo
    nombre no quiero acordarme y que tú, aún no sé por qué(recuerdo que te lo
    pregunté y no me contestaste),pusiste tan por las nubes y que, por fin, llega-
    ba alguien con moderación y sabiduría a ese puesto…… pues ya ves con las
    que nos salió el andoba, mal rayo………
    Mira, no quiero que me juzgues mal, pero si la democracia ha de ser esto que
    nos ha tocado padecer, que vengan los dictadores o, mejor aún, tecnócratas,
    que seguro que están mejor preparados.
    Lo que está pasando ahora es de locos: llegan unos y dicen que los anteriores
    lo han hecho todo mal, vuelven los anteriores y lo mismo; se lían a hacer sus
    «cambios» y al final,¿qué? Es como mirar un palimpsesto y con la ayuda de un
    modesto escáner ves que, lo que hay escrito debajo de los «cambios», es todo
    lo mismo que lo que se escribe ahora; sólo cambian de sitio algunas palabras
    y añaden alguna coma y varía el orden y las fechas. Toda mi vida he huído de
    la injusticia y de la violencia pero, ahora, lo único que yo recomendaría que se
    hiciera con toda esta troupe de miserables es: LLEVARLOS AL PAREDÓN.
    POST SCRIPTUM, como diría Paco Umbral con su engolada voz: seguid rega-
    lándome la vida con vuestras perlas los tres, porfa. Un abrazo.

  3. A Kroker:
    Querido amigo, quisiera que me aclararas una pequeña duda que me ha
    suscitado hoy una gestión realizada por mi hijo; unos amigos suyos,des-
    de Madrid, le han enviado un giro para que compre él lo que quiera para
    su cumple

  4. años, hasta ahí, todo va bien pero al ir a recogerlo a Correos, le han pregun-
    tado si está en el paro, qué iba a hacer con ese dinero, quién se lo mandaba,
    ….. él ha dicho «¿qué pasa si me niego a contestar a todas estas injerencias
    en mi privacidad? Y le han contestado que «no le podremos entregar……».
    ¿Hasta qué punto es esto legal?¿Por qué tiene que enterarse la GESTAPO de
    nuestras cosas?¿No es eso caer en la dictadura de Stalin o en la de Hitler?Ya sólo falta que nos digan cuándo mear o cuando echarle un kiki a la wife.
    ¿Hasta dónde va a llegar el cretinismo de la gente y la malevolencia de estos
    canallas que tenemos como gobernantes? ¿No justifica este estado de cosas
    una insurrección en toda regla?
    Yo creo que ya está bien de poner la otra mejilla y que ya ha llegado la hora
    del ojo por ojo…. Un afectuoso saludo de Corbmarí.

  5. Señor Jáuregui, con respecto a su último artículo quiero decirle que, cuando en este país, como dijo el otro día Jordi Pujol, no hay NADA que funcione bien a nivel de instituciones, es lógico que la gente se plantee muy en serio si lo que necesita este país son «unos retoques», como dice usted, o volver a empezar desde cero. No funcionan ni las Cortes Generales, ni los partidos, ni los sindicatos, ni la CEOE, ni el Banco de España, ni el Tribunal Constitucional, ni la prensa nacional… NADA DE NADA DE NADA. La situación es muy seria, y ustedes, periodistas, forman parte de este sistema fallido. Hágaselo mirar, Jáuregui.

  6. @ Corbmari:

    Hasta hoy no he visto tu pregunta, que me la ha soplado un «pajarito». En principio el máximo según el Reglamento de Correos para un giro, es de 3000€. En el mismo, se especifica que el remitente y el destinatario tienen que estar identificados (sobre todo para poder cobrarlo o devolverlo según los casos). A partir de 500€, no tienen porqué pagarlo en efectivo, sino con un cheque nominativo que se deberá ingresar. Eso dice el Reglamento, pero como en este País existen 200.000 normas, vete a saber.
    También, hay mucha peña que se inventa procedimientos administrativos inexistentes.
    saludos y perdona, no suelo entrar mucho ya.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *