Sigo sin ser un ‘fan’ de Rajoy, pero…

Que nadie piense que me he convertido en un ‘fan’ de Mariano Rajoy. Tengo demasiados años, he visto demasiadas cosas y presumo de tener demasiada independencia de criterio como para ahora caer en la adoración hacia un líder político, hacia cualquier líder político. Pero, optimista inveterado –no tanto como nuestro ZP, pero optimista al fin– he constatado algunas cosas que me gustaría anotar aquí, en mi bloc/blog, y que he enviado a mi columna en la agencia OTR.
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Confieso que no soy un seguidor empedernido de lo que hace Mariano Rajoy, a quien traen y llevan de gira por los pueblos y tierras de España con cierta exhaustividad y no siempre con una buena preparación en cuanto a los contenidos de sus intervenciones y compañías fotográficas. Pero, como cronista político, me ha tocado estar cerca del líder del Partido Popular en varias ocasiones últimamente. Y empiezo a tener la impresión de que estamos en presencia de lo que podría ser un ‘nuevo’ Mariano Rajoy. Dentro de lo que cabe, naturalmente.

Una de sus grandes carencias, reconocidas hasta por sus íntimos y más acérrimos partidarios, es la falta de una proyección internacional, precisamente ahora que desde las cancillerías más importantes del mundo dirigen su vista hacia el presidente del Partido Popular, que puede ser el candidato más probable a ocupar el sillón de La Moncloa, aunque aún sea, lógicamente, muy pronto para hacer vaticinios de ese tipo.

Asistí a un encuentro de Rajoy con representantes de grandes compañías norteamericanas instaladas en España. Estaba allí –bueno, no se quedó al almuerzo de clausura, pero estuvo—el embajador de los Estados Unidos, junto con empresarios de gran relevancia. Era el segundo encuentro en menos de una semana del líder de la oposición con círculos empresariales y diplomáticos, y en ambos casos me sorprendió lo que yo quiero interpretar como un cierto cambio de rumbo en los planteamientos del presidente del PP: hay un giro más constructivo, un abandono de ese papel, que tanto le hemos criticado, de ‘abuelo Cebolleta’ que se dedica a reñir, sin más, cualquier comportamiento del Gobierno, sin presentar unas alternativas demasiado sólidas.

Imposible no tomar nota de ese lenguaje, tan moderado, que le hizo rechazar las insistentes preguntas que le dirigimos, en un pasillo, los periodistas tratando de arrancarle alguna reacción airada tras la chapuza de la sentencia del Constitucional sobre el Estatut catalán, respuesta tardía al recurso de inconstitucionalidad presentado hace cuatro años por el PP, entre otros. Rajoy, cauto de por sí, extrema ahora sus cautelas, al menos las verbales; dicen, incluso, que le sentó bastante mal alguna reacción apresurada, cuando aún no se conocía la sentencia del alto Tribunal, de una de las portavoces de su partido. No quiere radicalismos y ha impuesto una cierta sordina en el PP incluso ante cuestiones que indignan tanto a los ciudadanos como esa huelga ‘salvaje’ en el Metro de Madrid, que a punto ha estado de colapsar la capital.

[tele=http://www.diariocritico.com/tv/video/8926/video-esperanza-aguirre-huelga-metro.html]

También resulta imposible no tomar nota de que en los últimos días se han producido dos acuerdos importantes entre Gobierno y oposición: el que impidió la subida del precio de la luz y el que vetará la presencia de herederos de Batasuna que no condenen explícitamente a ETA en las próximas elecciones locales. Y, ya que hablamos de elecciones, anote usted la sintonía entre socialistas y ‘populares’ en la que se refiere a la ya prácticamente cerrada reforma –mínima e injusta hacia terceros como IU o UPyD, a mi juicio—de la normativa electoral.

Todo esto no puede ser casual: las encuestas miman las expectativas de Mariano Rajoy, a quien sus asesores potencian la imagen como mejor saben y pueden. El líder ‘popular’ se cree cerca del gran objetivo: últimamente se muestra más humano, menos frío, con más sentido del humor. y se permite hasta ofrecer sus pronósticos, a micrófono abierto, sobre la trayectoria de España en el mundial, sabedor, como Zapatero, de que cualquier frase jocosa sobre el campeonato genera simpatía en casa.

Todo ello constituye un giro quizá aún poco perceptible, pero que alienta a quienes desearíamos más acuerdos y menos disparos de sal gorda en la vida política nacional. Por cierto, una última nota en mi cuaderno de mirón profesional: ¿habrá pacto PSOE-PP para la necesariamente inminente renovación del Tribunal Constitucional, una vez emitida la tan esperada y tan demorada sentencia sobre el Estatut? Atentos a una posible conversación (telefónica) Rajoy-Zapatero en este sentido y en los próximos días. No quisiera mostrarme demasiado optimista, pero tal vez haya llegado, aunque sea por la puerta de atrás, la época de los grandes acuerdos institucionales y hasta económicos…antes de que llegue la cruenta precampaña electoral.

fjauregui@diariocritico.com

15 respuestas

  1. ¿No se percata, señor Jáuregui, que lo que pretende el señor Rajoy es que lo de la sentencia del TC pase cuanto antes mejor? Ni Rajoy podría explicar cómo puede ser que lo que al Estatut han eliminado gracias a su recurso aparezca literalemente en el Estatuto Andaluz, aprobado por ellos mismos.

    Pero como la clase política en tan bien intencionada y respetuosa… con algunos…

  2. He oído las palabras de Rajoy que tanto entusiasmo te han provocado. Sinceramente, hueras. Sí, ha mejorado el tono -¿es posible otro tono cuando hablas a personas que te superan en todos los ámbitos del conocimiento y que, en su mayoría, son tus votantes naturales?- pero sigue hueco. Es el mal de los políticos europeos de nuestro tiempo y muy especialmente de España.

    La vacuidad de Rajoy y de Zapatero es solo comparable a sus respectivas inculturas, una más gótica y la otra más carpetovetónica pero inculturas ambas.

    Hace algunos meses, en un desayuno en EEUU del presidente Zapatero con empresarios e inversores norteamericanos, Zapatero demostró su incultura empresarial y su desconocimiento del proceso de toma de decisiones en las grandes corporaciones a base de contarles cuentos y caer en tópicos zafios que difícilmente se entienden fuera de nuestro corralito. perdió una oportunidad de oro por no tener un plan y unos objetivos para esa concreta reunión. Falló. Ahora le ha tocado el turno a Rajoy, solo que en España y con menos concentración mediática. Su tono ha sido bueno, pero su mensaje inexistente por completo. Ni plan ni objetivos ni estrategia, te aseguro que toda su audiencia multinacional se percató de ello.

    En cuanto a los acuerdos entre los 2 grandes partidos, no dejan de ser flor de un día y golondrina que no hace verano. Ya lo hemos visto antes: estamos ante 2 partidos de comportamiento majadero que están reproduciendo lo peor de los gobiernos de don Práxedes Mateo Sagasta y don Antonio Cánovas del Castillo (te recomiendo que leas la prensa de aquellos días: es un verdadero susto ver lo poco que hemos avanzado), pero con una oratoria francamente deficiente y un discurso político desleal que les hace traicionar sus porpios pactos (Toledo, Antiterrorismo…)

    Desde 1812 hemos tenido en España la tontería de 7 Constituciones democráticas y 4 nacidas de la tiranía. De las democráticas, la de más larga vida, (1876) no cumplió los 47 años y la más breve (1869) no superó los cuatro. Incluso tuvimos un aborto constitucional, la Constitución Nonata de 1873, republicana y federalista, asesinada a manos de un tal General Prim. Parece que antes que reformar nuestras constituciones preferimos volver a constituirnos: sostenella y no enmendalla.

    Dijo Rajoy en el encuentro que glosas que «estoy seguro [de] que saldremos de esta». Genial: mi abuela la sabia decía «siempre que ha llovido ha escampado», lo mismo pero mucho mejor dicho. Lo sorprendente es que se lo diga a unas personas acostumbradas a intentar que escampe antes de tiempo o a encontrar el mejor paraguas para mientras arrecia: debieron pensar que estaban ante un vivales (escampará y entonces yo estaré allí para liderar a este país) que no sabe o no quiere intentar revertir la situación.

    Lo que a mí me gustaría -y estoy seguro que dada mi clase-mediez no hago más que alzar una voz entre las muchas que forman la mayoría- es oír a cualquiera de nuestros políticos un plan concreto, escrito y estructurado en el que se explicite claramente lo que se pretende hacer. Es mi idea del político que tiene un proyecto y un modelo de nación y lo propone a la consideración de sus conciudadanos. Ejemplos (so pena de extenderme demasiado: por favor, perdonadme todos, yo creo que es un efecto secundario del calor)

    1) En España hay 3.500 jueces. Un juez por cada 13.400 habitantes. Estos jueces entienden de 9 millones de asuntos/año: 2.570 asuntos por juez y año. Te pongo deberes: compáralo con Alemania, Francia o Reino Unido. Yo aún lloro. Un político debería decirnos qué va a hacer para solucionar esto, de dónde va a sacar los fondos y cómo y en qué plazo lo va a implementar.

    2) El sistema educativo en general está obsoleto en casi todo el planeta, pero el español en particular es un terror: nuestros resultados en el informe PISA son decepcionantes no solo en comparación con Alemania -Ich liebe Deutschland- si no en comparación con la evolución de nuestros estudiantes desde los años 80. Añadamos que la primera de nuestras Universidades en el ranking mundial aparece en el puesto 150, que cada 18 meses los conocimientos profesionales se vuelven obsoletos, que escritores de renombre como Zafón ubican Santa Fe de Bogotá en Bolivia y que nuestros gobernantes no saben ni siquiera inglés, para que sea bastante claro que España no va a poder seguir en la Europa líder (no esa cosa de 27 que forman la jaula de grillos que es la UE) mucho tiempo.
    Un político debería decirnos cuál es su modelo educativo, cómo lo va a financiar, cuántos recursos va a dedicar y que mejoiras cuantitativas podemos esperar en uno, dos y tres años.

    3) Internet está en pañales, en los próximos 10 años el petróleo llegará a su nivel máximo de anti-rentabilidad (el pico de Hubbert ya se ha alcanzado y estamos en el declive), dentro de 30 años tendremos una fuente de energía barata, sostenible y prácticamente inagotable basada en el hidrogeno. La vida artificial será posible (ya lo es, de hecho) y la teoría del todo estará a punto de descubrirse. Un político debería decirnos por qué España no está con presencia relevante en estos proyectos y qué va a hacer para solucionarlo. No puede ser que estemos orgullosos de tener científicos e investigadores españoles en los más prestigiosos centros mundiales (MIT, Harvard, Lovaina, Tokyo, NASA…), hemos de establecer un plan que genere el mayor número posible de «cerebros» y tenemos que edificar una sociedad que pueda y sepa aprovechar todo ese talento.

    Podría seguir con el ejército, con la Administración Pública, con el medioambiente, con las deudas que tenemos y que vamos a dejar a nuestros hijos y nietos como justa herencia de una nación que se ha adocenado en su evolución y hasta de la Monarquía porque también este concepto es susceptible de evolución y adaptación a los tiempos y sus gentes.

  3. A Pascua:
    Quitando que probablemente el American Business no es el sitio donde plantear esas reformas tan de fondo, completamente de acuerdo en lo que planteas. Empezar por este/os debate/s sería una espléndida manera de enfocar un debate parlamentario sobre el estado de la nación. Y sospecho que son/somos cada ez más los españoles que reclamamos a nuestros médicos políticos, los que hemos ‘elegido’ (no había otros…) que nos digan la verdad sobre nuestra situación.
    Ahora bien –y este me parece otro de los puntos centrales de la cosa–: estamos en un estado de nacional-pesimismo, una de esas situaciones de hispano-angustia que nos aquejan de cuando en cuando, y no digo yo que sea sin razón. En el 98 teníamos, al menos, un grupo de pesimistas de calado intelectual que entretenían al personal haciendo sus diagnósticos, disparatados unos, creo, más o menos acertados otros. Pero interesantes siempre.
    ¿Entonces?
    Entonces, resulta que ahora no hay quien nos escriba, quien nos analice, quien nos provoque intelectualmente –y ay del pobre que se atreva a salir del carrilito: lo lapidan–. Necesitamos, al menos, un mínimo de seguridades en el futuro; saber que hay un relevo a estos nuestros males. ¿Es Rajoy el relevo? Usted y yo sabemos que solo muy relativamente. Pero tiene sus ventajas, la mayor de las cuales es que, hoy por hoy, parece la mejor estación-término (perdón por el abuso de la expresión, que fuerzo) de las posibles.
    Y, en todo caso, más vale que empecemos a considerar pros y contras de Rajoy, porque es lo que nos viene, es un fatum. Yo no soy de los que tienen claro su voto desde años antes de que se produzcan las elecciones (muchas veces he ido a la urna sin saber qué iba a hacer cinco minutos después); quizá demasiada reflexión, o lo contrario, quién sabe. Pero el valor-Rajoy es algo que, para bien o para mal, está ahí. Y le voy a decr algo: tiene sus cosas buenas, como la independencia frente a los poderes (incluyendo los mediáticos), una indudable honradez personal…y que no quiere venir a salvarnos de nosotros mismos ni a ambiarlo todo, como ha ocurrido con otros, que también tienen una incuestionable honradez personal y una probada buena voluntad, pero ambas cualidades mal encauzadas en las obras que han acometido (sí, claro, me refiero a Zapatero, hoy una veleta que gira hacia no se sabe qué punto final).
    En fin, que el ‘rajoydebate’ está abierto, y que me parece, expresándolo en términos convencionales, que el candidato a La Moncloa se juega mucho este mes (debate estado nación, etc.),frente a un señor, sentado en el sillón de La Moncloa, que–puede que me equivoque, ojo– me parece que ya ha tirado la toalla del medio plazo. A pasionante para mirar, patético para ser un ciudadano que, como usted y yo, nos tenemos que limitar a sufrir las consecuencias, mientras nos desesperamos y nos derramamos en blogs como este y en los dazibaos a nuestro alcance.

  4. Lo primero, tuteémonos, va a ser más fácil todo.

    Estoy, desgraciadamente, de acuerdo en que a veces nuestra relación con el gobierno que ELEGIMOS está marcada por el fátum, es solo que yo veo más a nuestra nación como Sísifo que como Ulises.

    MRBrey es honrado. Bueno, casi me abochorna pensar que haya podido haber en nuestra España post-franquista un presidente de gobierno que haya sido corrupto. O sea, la honradez no me parece mérito suficiente. Y lo que es peor, igual que Diógenes le dijo a Zenón cuando su ocurrencia sobre Aquiles y la tortuga, el movimiento se demuestra andando: me escarnece que MRB no haya dado un puñetazo en la mesa y no haya defenestrado a los corruptos que aparecen por doquier. (Pienso lo mismo del PSOE, es solo que ahora huelen más las corruptelas de las personas del PP y que estamos hablando de Rajoy).

    Puede que sea capaz de comprender -no lo soy, la verdad- que no haya segado la hierba bajo los pies de Camps, al fin es presidente del granero de votos, pero me soliviantan Carlos Fabra o los imputados por el caso Palma Arena o los corruptos de las urbanizaciones de Murcia y Totana. No puedo entender a qué tanta comprensión y tanto silencio con lo que huele peor que las heces: si Rajoy hubiera echado del partido a los corruptos habría ganado centenares de miles de votos, si solo hubiera hecho una declaración clara y condenatoria habría ganado decenas de miles. ¿Qué hipotecas se lo han impedido, las de su carácter «feble» o las de las listas cerradas?

    De Rajoy me molesta su mala preparación -estoy siendo contemporizador, la verdad es que creo que está tan mal preparado como el presidente Zapatero y que mi país no merece 3 presidentes mediocres consecutivos e in crescendo en su medianía-, su incapacidad para las decisiones rápidas y su ganada fama de holgazán.

    Mi punto, Fernando, es que España necesita renovar su clase gobernante y empezar a apostar por los mejores y más preparados y eso solo podemos conseguirlo por 2 caminos: o los echamos y renovamos la casta o aupamos al poder un mirlo blanco al que no maten los suyos (Borrell, Gallardón, Aguirre). Puede que tal mirlo sea Nuñez Feijoo por el PP y Juan Fernando López Aguilar por el PSOE (aunque éste me da que ya está en el cementerio de los elefantes). Veremos, aunque no estaría de más echar la vista hacia los catalanes: hay gente con buenas ideas por allí, pero acojonaditos de saltar al ruedo nacional porque todavía recuerdan el fracaso de la Operación Roca.

    Me dice un estratega del PP que no me permite dar su nombre (te lo puedo dar off the record y en secreto) que Rajoy sigue a pies juntillas la consigna de Pedro Arriola: en España la corrupción no tiene coste electoral (especialmente si no hay alternativa, añado yo). Es el caso de la C. Valenciana, donde gobierna un tipo al que llaman Forrest Camps y aspira a destronarle un Alarte que está más perdido que un pulpo en un garaje.

    Me queda una perla y no me extiendo más: el cursus honorum de los partidos ha matado la inteligencia y los méritos personales. Que un tipo válido como Ruiz Gallardón no tenga opciones es tan miserable como que una calamidad como Leire Pajín (un asesor de Moncloa de iniciales JES dice que está más que harto de advertirle al presidente de la mediocridad de esta mujer pero que el presi ve en ella la voz de los jóvenes) suene como ministrable, ejemplo insoslayable del principio de Peter.

  5. ¿ A cuantos les importa esto? Rajoy- Zp – estatut….. ¿ como muchisimo a medio millon de españoles? Eso seria incluyendo todos los militantes de partidos politicos, altos cargos, concejales, periodistas y analista politicos, etc…

    Tengo dos hijos (15 y 10 años). Mi mujer y yo somos autonomos. No tengo hipoteca ni deudas (un privilegiado). Tampoco tengo ahorros.

    A mi hijo mayor le digo que, para su bienestar y felicidad futuras, quien sea presidente de gobierno es practicamente irrelevante. Solamente su propio esfuerzo e iniciativa le sacaran adelante. Solamente.

    El Ayuntamiento de Sevilla ha subvencionado con 30.000 euros la cabalgata del orgullo gay. ¿ Por que habra dinero para esto pero no para pagar a sus proveedores (entre ellos mi mujer) ?

    ¿ Sera que me estoy convirtiendo en un ser retrogado, insolidario, carca y extremista ? ¿ O quizas se trata de que espero cobrar los bienes suministrados y/o servicios prestados a mis clientes ?

    Pd. Si a este gobierno se le encargara la gestion de El Corte Ingles, en 8-10 meses lo llevaria a la quiebra tecnica. No descarto que,-con la nariz tapada,- acabe votando a Rajoy.

  6. A Pascua:
    amén, comenzando por el tuteo (seguramente todos los que intervenimos en este pequeño complot bloguístico habríamos de tutearnos, ¿no?). Una vez más, de acuerdo en casi todo, con los matices inevitables. Tú y yo no podr´ñiamos estar juntos en una tertulia de esas en la qe nos exigen darnos leña…

    A Alvaro:
    Yo a veces creo que también me estoy convirtiendo en un carca insolidario, etc.Como mínimo empresario (aquí, en diariocritico) me pasa lo mismo con el cobro de los servicios, añadiendo la utilización sectaria y amiguista (o enemiguista) de la publicidad institucional.
    Yo tampoco descarto lo de la nariz. Y me parece que no vamos a ser los únicos, con lo que habrá vuelco electoral, pero muchos pañuelos en la cara. País…

  7. A ambos:

    Fernando, darse leña en una tertulia es tan fácil que avergüenza saber que los telespectadores, en su mayoría, no saben que es una exigencia tertuliana.

    A Álvaro: también soy autónomo. Y mi mujer. No tengo hipoteca, pero tampoco casa y en los últimos meses las estamos pasando canutas. Tengo 3 hijos, las 2 mayores de 13 y 10 y ambas les digo lo mismo: Nadie os va a sacar las castañas del fuego, pero vuestra preparación es una cuestión personal, familiar y de estado. Personal porque será vuestro arsenal para batallar en la vida, familiar porque esperamos o que os vayáis de casa a los 18 para que podamos recuperar nuestra vida cuanto antes y de estado porque vuestro talento, iniciativa y preparación deben ayudar a sacarle las castañas del fuego a otros con menos fortuna, talento o capacidad. De alguna manera, intento inculcarles un principio elemental: vivimos en comunidad y a todos nos toca colaborar por la mejora y avance de nuestra sociedad.

  8. P.S. Con la nariz tapada no se debe votar. Es mejor diversificar el voto con una buena bisagra o abstenerse (yo pidiendo la abstención: no lo veis, pero me he sonrojado). La lástima es que con el sistema político que tenemos bisagras o grandes partidos, todos van a lo mismo que en ningún caso es hacer que nuestra nación avance técnica, educativa y económicamente. ¿Soy un pesimista 98ista? No, solo uno bastante bien informado, dicho sea con humildad.

  9. Te tuteo Fernando por los muchos años que llevo escuchandote. Vaya por delante mis simpatias por ser tu empresario y arriesgar y crear y …pensar. Animo.

    Algunas opiniones tuyas me parecen extremadamente moderadas. La mayoria de las cosas no son blancas o negras, sino mas bien grises y matizables. Pero hay ocasiones en que hay que ser radical, por ejemplo :

    Artur Mas y Montilla dicen que acatan la sentencia pero no comparten y que el TC no esta legitimado. ¿ Significa esto que van a echar marcha atras en algunas de las leyes y reglamentos puestos en marcha con anterioridad a la sentencia del TC o mas bien que van a hacer caso omiso a los dictados del TC ?. Me parece que mas bien lo segundo.

    De pasar esto segundo, repito muy probable , dada la pasividad actual del gobierno, significara que cualquier ciudadadno, por ejemplo yo, podemos argumentar :

    1. Considero a la Agencia Tributaria deslegitimada. Acato sus decisiones pero no las comparto.
    2. En referendum celebrado en mi barrio la mayoria voto por la autogestion fiscal.
    3. Por lo tanto, me pongo en modo «pasivo» y no pago mis impuestos.

    Peligroso, verdad ?

    Le falta a CIU y PSC y PSOE decir alto y claro que : «la sentencia del TC se aplicara de manera inmediata en su totalidad modificando para ello las leyes y reglamentos que fueran necesarios «

  10. A Alvaro:
    ¿Tiene legitimidad ‘este’ TC para exigir respeto a su sentencia-bodrio?
    Y que conste que respeto la legitimidad, la legalidad y el sacrosanto Sietema…me falta un par (de… y de días) para salirme del tinglado, pero un día de estos doy el salto

  11. quise decir Sistema. A veces, la vehemencia…

  12. Crónica para OTR de hoy:

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    Ya sé que a usted, si tiene, en estos momentos, la suerte de vivir fuera de Madrid, le importa un rayo la huelga del Metro. Y si hoy traigo hasta aquí este tema es porque la cosa ha trascendido mucho más allá de la Villa y Corte, de esta covacha de cenáculos, mentideros y obras faraónicas, pero efímeras, de Gallardón en la que habito. Y ha trascendido, a mi juicio, los límites capitalinos por dos motivos: por una señora apellidada Aguirre. Y por un señor de apellido, creo, Rodríguez. La primera es la presidenta de la Comunidad de Madrid, que ve –quiere ver—fantasmas donde puede o no haberlos, pero donde ella no puede asegurar, como lo hace, que existan. El segundo es, me parece que así se llama, un tal Rodríguez, un ser maleducado y vociferante que ha hecho cuanto ha podido por situar el prestigio del sindicalismo en sus límites más bajos y prepotentes.

    Lo de Esperanza Aguirre significa, pienso, un capítulo más en el via crucis descendente de la dialéctica política, en general. Al decir que la huelga de los conductores del Metro madrileño es política, “y si no, que venga Dios y lo vea”, ha querido sugerir que, tras la conducta algo chulesca, perdonavidas y grosera de algunos de los líderes de la huelga en el Metro, está el mismísimo Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero, en su afán de desgastar a los órganos rectores de la Comunidad. Claro que puede que la señora Aguirre, que nunca se corta un pelo a la hora de aventar sus tesis, tenga razón. Lo dudo, porque no creo que el Ejecutivo que comanda ZP anda ahora para muchas florituras y para aún menos estrategias conspiratorias: bastante tiene con sostener y enmendar su propio, contradictorio y tambaleante tinglado. Además, tengo para mí que hasta los más lerdos en el campo socialista saben que una huelga, cualquier huelga, sirve hoy muy poco para mejorar el prestigio y la reputación internacionales de España, cosas que tanto necesita el Ejecutivo socialista y que, por cierto, tanto necesitamos los ciudadanos de este país.

    Así que acaso cabría mostrarse algo más cauto de lo que lo ha hecho quien, cariñosamente, recibe el apodo de ‘la lideresa’. Y es que no, no todo vale en la dialéctica política en estos momentos. Yo diría, en aras de los acuerdos necesarios para estabilizar el difícil aterrizaje español en el campo de la normalidad, que casi nada vale. Es una precaución que, antes de secundar a la señora Aguirre, han tomado otros en el Partido Popular, que han decidido no seguir por la senda abierta por la belicosa, y sin duda eficaz, presidenta madrileña; si no puede demostrar que la ya no tan larga mano del Gobierno está tras los piquetes, lo más responsable, lo mejor, sería que se callase.

    Lo del tal Rodríguez es harina de otro costal. Quienes se hayan tomado la infinita molestia de leer otros comentarios que he escrito al respecto, sabrán que muchas veces me quedo solo defendiendo a los sindicatos españoles, cuya responsabilidad y mesura he elogiado con cierta frecuencia frente a la proliferación de ataques procedentes de ciertos colegas. Lo de Madrid, sin embargo, marca un giro de tendencia, espero que no de manera permanente ni prolongada. Que nadie haya salido a puntualizar, desmentir, ridiculizar, lo de Rodríguez y sus muchachos me parece, simplemente, lamentable. Hablamos de alguien, el tal Rodríguez, que, invocando los derechos “de la persona humana”, ha lanzado amenazas de “entrar a matar si hay sanciones” a los huelguistas, como, por cierto, creo que correspondería; me parece que es el mismo, y, si no, cerca le andará, que habló de “reventar Madrid” con su acción huelguística ilegal y salvaje, sin respetar los servicios mínimos. Lástima que alguien tan ponderado como Cándido Méndez, el líder de UGT, saliese a defender –con más educado lenguaje, claro, pero con tono igualmente airado—tales planteamientos.

    Prefiero no entrar en el fondo de las razones que asisten, o más bien no, a los huelguistas del Metro madrileño. Pero me rebelo, me rebelaré siempre, contra el fanatismo, contra el ademán vengativo y grosero, contra la prepotencia de quien se siente amparado en la masa, contra el grito que no admite la dialéctica, contra la falta de tolerancia, contra los piquetes, vengan de donde vengan. Si esa anunciada huelga general que, dentro de un otoño supongo que inevitablemente caliente han convocado los sindicatos, va a estar llena de gentes como este Rodríguez, paren, por favor, el carro, que yo me exilio. Al menos, hasta que me garanticen que nadie escucha a este poco respetable personaje y a quienes le vitorean. Ni más, ni menos.

  13. A Fernando,

    Estoy de acuerdo contigo que este TC ha sacado una sentencia-bodrio, pero la legitimidad no la puede decidir el afectado (Tripartito + CiU). Si hubiesese sido 100% favorable a ellos hubiesen dicho que esta deslegitimado ?

    Lo que falla es el sistema. Mi padre (83 años) siempre me ha dicho que los politicos, con honrosas excepciones que no pasan del 5% de ellos, son simplemente despreciables. A que va a tener razon el viejo.

  14. ¿A que no va a tener razón?

    Al margen de que el porcentaje citado tendría que tener una fuente relevante, los políticos reflejan la sociedad que los elige entre otras cosas porque son parte de ella.

    Si creemos que nuestra sociedad es en su mayoría trabajadora y honrada -y lo es, aunque no hasta la pulcritud: casi todos consideramos que llevarnos los folios de la ofi, fotocopiar un libro, descargar un estreno, mentir al teléfono o merendar mientras hacemos la compra en el híper no son actos que nos hagan deshonestos-, no parace haber sustento científico para creer que el 95% de nuestros políticos son «simplemente despreciables».

    Tengo otra explicación plausible y cercana. Hay un problema de índole menor, las listas cerradas. Favorecen las corruptelas y entorpecen la capacidad de consenso del país. Los políticos, al no poder salirse de esa gangrena que es la disciplina de voto, difíclmente pueden brillar individualmente, no les queda más que medrar alrededor del líder oficializado.

    En nuestro actual parlamento hay 350 diputados dispuestos en cinco grupos parlamentarios más el grupo mixto. En los 5 grupos partidarios los diputados no negocian ni votan las leyes según los intereses de «su» electorado si no en función de que su portavoz levante algunos dedos para obligar el voto de todos. Y si alguno se desvía, como Antonio Gutiérrez últimamente, se le multa con 600 € por obedecer antes a su conciencia de político electo que a los intereses coyunturales de su partido. A mí, perdonadme, me da la risa.

    Si, entre otras cosas, las listas fueran abiertas nuestros diputados pactarían, negociarían y consensuarían cada votación y obtendrían mejores réditos para «sus» votantes. Ya no bastaría con tener una postura unitaria de partido porque a lo mejor algunos diputados de la oposición negociarían ventajas específicas para su electorado y aprobarían una propuesta del gobierno. Y tampoco el gobierno podría dar por sentada la aprobación de sus leyes aunque tuviera la mayoría absoluta ya que algunos de sus diputados podrían ver lesionados los intereses de sus votantes y, consecuentemente, su reelección por lo que votarían en contra.

    Si todos tuvieran que «pelearse» por los intereses de «sus» respectivos electores, las leyes serían mejores, los partidos serían más eficaces en la captación de candidatos y veríamos la cantidad de políticos brillantes que el «Listas Cerradas System» tiene escondidos en sus entrañas.

    No, ni todos son ladrones, ni todos son mediocres ni todos son despreciables, pero el sistema de listas cerradas permite un camuflaje perfecto a los corruptos y a los medradores.

    Si permitimos resquicios para el engaño, acaban engañándonos.

  15. Otro padre, dos varones, (17 y 15), tambien autónomo.

    ¿en que coño consistio el pacto de la no subida de la luz? ¿en la subida del gas? Pero ¿estos se creen que somos tontos? O peor, ¿se la metio doblada Sebastian a Montoro?

    Interpretación a elegir

    Yo no me ilusiono mucho. MRBrey es simplemente más market-friendly, pero por ahi fuera no le compran una burra. Yo tampoco.

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