Ya sé, ya sé que voy al revés (al menos, aquí, en los madriles mayoritarios), pero no puedo sustraerme a la idea de que la desaparición de hecho de ETA es una buenísima noticia. Y decir que es un empate es de rtisa: ellos tienen ochocientos muertos sobre sus conciecias, tonelas de sufrimiento y también ochocientos terroristas que consumen lo mejor de sus vidas en la cárcel. Tremendo fardo para todas sus vidas. El estado de derecho ha ganado, hemos ganado todos contra ellos, así que déjense algunos de monsergas, que me parece que más tienen que ver con otros planteamientos e intereses, y suenen las campanas por la paz. ¿Qué importa si suenan en inglés con acento irlandés o sudafricano?
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