Rueda de prensa –con preguntas y todo– de Rubalcaba tras su designación el sábado por el Comité Federal. Esribí que me decepcionó el vicepresidente, ministro del Interior y candidato. Y alguien me llamó para reprocharme el artículo aquí linkado. «¿Te ha hecho algo, te ha tratado mal Alfredo?», me pregunta. Aquí, si criticas a un político es que o estás en el otro bando o te ha hecho ago, o no ha hecho algo que te interesaba; nadie cree que puedas mostrar disconformidad sin ‘contrapartidas’, o apoyar lo mismo, sin prebendas. Así está nuestro periodismo, así nuestros políticos, así una parte, ay, de la opinión pública y, claro, de la publicada. ¿Por qué será que los periodistas estamos en el tercer puesto de los menos prestigiados, solamente por detrás de los políticos y de los curas?
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