Después del horror en París, donde al final queda un aroma de solidaridad, todo se normaliza aquí, en casa. Ahora sí que empieza un curso dominado, esta mañana, por una encuesta de El País que es tremenda para los dos grandes (aún grandes) partidos. Así que esta fue mi contribución a esa relativa ‘normalización’. Empieza la batalla.
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