Un ‘broncazo’ a la clase política


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(el Rey,menos hinchado que cuando lo vinos en la ‘cumbre’ iberoamericana, sentado en su mesa de trabajo –mensaje a quien quiera entenderlo: yo sigo–, lanzó una andanada educada y algo genérica, eso sí, pero me parece que contundente: así no se puede seguir gobernando)
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Siento decirlo, pero el mensaje navideño del Rey fue un ‘broncazo’ a la clase política. Y quien no quiera entenderlo así, que no lo entienda, allá él.
Ignoro, desde luego, lo que este viernes, despidiendo el curso político y el año 2012, bastante nefasto por cierto, nos dirán a los españoles el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, y el líder de la oposición, Alfredo Pérez Rubalcaba. Estoy seguro de que ambos han analizado a conciencia las palabras del Rey en su mensaje de Nochebuena, un discurso, aseguran, esta vez en absoluto visado por el Ejecutivo. Y, así, resulta difícil no vislumbrar una cierta ‘bronca’, educada eso sí, del jefe del Estado a esa llamada ‘clase política’, tan vapuleada –a veces puede que injustamente—por las encuestas.

Pero hay que reconocer, y algún miembro de esa ‘clase’ con el que he podido hablar en las últimas horas así lo admite, que Don Juan Carlos tiene razón en muchas cosas. Cuando afirma que “no todo es economía”, por ejemplo; pues claro que no, ya que la crisis es fundamentalmente política. Por eso, hablar de la necesidad de una Política de altos vuelos, con mayúscula, es como predicar desde La Zarzuela lo que todo el mundo dice en la calle. Hay que hacer otra política, es precisa otra forma de gobernar, y esto, aunque no lo dijera con estas palabras, me parece que se traslucía perfectamente del mensaje navideño del Monarca.

Creo que el Rey fue a lo esencial: la crisis, el malestar y la desconfianza de los ciudadanos, la necesidad de unidad y de elevados ideales y propósitos en la acción política, que “no vive hoy sus mejores días”. Integrar lo común para sumar fuerzas, no para dividirlas (el Rey ‘dixit’), buscar el entendimiento, la ética y el espíritu de servicio, promover el respeto mutuo, mirar hacia delante y cerrar las heridas abiertas; he ahí la receta propuesta por un jefe del Estado que lleva treinta y siete años al timón. Pienso que merecería la pena hacerle caso y asumir la parte de razón que pueda tener en esta evidente regañina.

Ni de la vigencia de la Constitución –“cabe una puesta al día”, dijo el Rey, al referirse a las reformas, aunque sin citar expresamente a la Carta Magna—ni, expresamente, del problema catalán –precisamente el día en el que Artur Mas lanzaba un nuevo desafío secesionista–, ni de ETA, que ya no parece ser problema; Don Juan Carlos obvió esta vez referencias precisas, quizá, en algún caso, para no ahondar en esas heridas que él dice que hay que superar. Ya digo que me parece que este año fue a lo esencial en este mensaje en el que, apoyado en su mesa de despacho, sugirió, frente a rumores desatados, que piensa seguir trabajando.

Resulta difícil afirmar que el de este año fue un mensaje más, semejante a otros muchos anteriores en los que se limitaba a pedir vagamente unidad a la clase política. Pero también sería excesivo decir que fue un parlamento rupturista y muy innovador. Acaso, en mi opinión, hubiese sido preciso un lenguaje más directo, una denuncia aún más severa de una situación por tantos conceptos indeseable. Pero me parce que al Rey, en su mensaje de este año, se le entendió todo. A mí, la verdad, y pese a las mencionadas ambigüedades y circunloquios, me gustó lo que dijo. O, si se quiere, me disgustó que se sintiera en la obligación de decirlo. Y me gustaría comprobar –lo haremos dentro de un par de días— que su mensaje no cayó en saco roto; si este discurso fructifica, sería la mejor manera de entrar en ese 2013 que ahora se nos presenta lleno de potenciales zozobras.

8 respuestas

  1. La web de diariocritico.com está siendo identificada como web atacante y no segura por al menos los navegadores Firefox y Chrome. No he probado con IE no vaya a ser que me entre algún virus en el ordenador.

    En el caso de Firefox se avisa con este mensaje:

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    El asunto lleva varios días así, posiblemente cerca de una semana, pero nadie parece que lo haya arreglado.

  2. Sigo pensando y creo hay muchos que piensan lo mismo que des el inicio de esta crisis se deberían haber unido toda la clase política para trabajar todos unidos para buscar una solución , se deberían haber olvidado del rencor por tiempos pasados, se deberían haber olvidado todos de la búsqueda de votos y deberían haber trabajado conjuntamente por en contrar una solución al problema y haber pensado en el bienestar de todos los españoles estañan de la región que sean, de la ideología y creencia que sean, los malos momentos no entienden de clases sociale, ideologías ni diferencias de creencias. Estoy convencida que sin salir de nuestro país
    Hay personas lo suficientemente preparadas, sensatas y rectas
    Como para ayudar a encontrar el camino de salida a esta crisis, sólo hay que escucharlas .

  3. Es difícil que la clase política española sea capaz no ya de entender el mensaje real, más bien de tener la voluntad de llevarlo a la práctica. Instalados en sus cómodos pesebres de sueldazo a fin de mes y innumerables privilegios, la clase política española parece (ya sé que está manido) la orquesta del Titanic. El importa una pepino el país (habrá excepciones, pocas), mientas a ellos les funcione el chiringuito; no tienen que rendir cuenta a sus electores de los numerosos desmanes que cometen gracias a nuestro sistema de partidos, que prima la obediencia al líder sobre la eficacia o la honradez. Así no vamos a ninguna parta, o mejor, vamos a destruir el sistema que tanto trabajo nos ha costado a los españoles conseguir. No me extraña que ante esta perspectiva numerosos españoles hayan decidido hacer las maletas y buscar otros horizontes, incluso empujados no solo por las circunstancias, sino por las propias políticas seguidas, de quitarse personal de encima, patético.
    Ahora que estamos a final de año, le diré una cosa Sr. Jáuregui; es encomiable lo de “Emprendedores 2020”, pero en las actuales circunstancias del país, por mucho que se promocione la idea no va a salir adelante. Los motivos son claros (véase artículo L. Olmo), la persecución tantas veces denunciada por muchos de nosotros de los autónomos. Los que ya peinamos algunas canas, sabemos que desde siempre en este país ha estado mal visto por el Estado estas personas, a medio camino entre trabajadores y empresarios. A un país, en que la mitad de la gente tiene los esquemas mentales de funcionario, no les cuadra esa figura, piensan que la mayoría son defraudadores, ricos tapados, o simplemente personas que no encajan en su estrecha mente funcionarial, en que solo caben los empleados por cuenta ajena o los empresarios.
    El emprendedor en la mayoría de los casos comienza como autónomo, pero en España esos comienzos son más duros que el que podría tener un herbívoro en la sabana africana, plagada de hienas y leones. Las leyes españolas hoy, están pensadas para lisa y llanamente cortar cualquier intento de creación de un negocio; se han hecho tímidos intentos para remediar esto, pero los mismos no pasan de ser buenas intenciones que al final chocan con la realidad. Las grandes hienas del sistema español, la AEAT y la SS, ya se encargar de hacer la correspondiente limpia a cambia prácticamente de nada. Si a esto le sumamos la tajada del león del IVA/IGIC, más las innumerables tasas, pegas, papeleos etc., que suman las AA. Locales y autonómicas, el panorama solo invita a salir corriendo.
    Así no vamos a ninguna parte, así lo único que les queda a los políticos fracasados tipo Mas, es en distraer al personal olvidando los problemas reales de la gente, apelando a sus más atávicas pasiones, así Sr. Jáuregui ni se puede salir adelante, ni construir un país. Política con mayúsculas sí, pero a veces en los detalles, en la letra pequeña es donde está la trampa; y si no pregúntele a los hipotecados fraudulentamente, o los perjudicados por las preferentes.
    Feliz año.

  4. Señor Jáuregui, parece que usted y yo no hemos visto el mismo mensaje televisivo. Yo lo que percibí fue un lisonjeo impresentable del Rey hacia la casta política, casi echándonos la culpa a los españoles por no saber apreciar la excelente calidad de los políticos que tenemos. Eso sí, ni una palabra sobre los desahucios, los bancos y, lo que es más indecente, ni una palabra sobre la corrupción, que él mismo está viviendo en su propia familia. Está claro que un mensaje dirigido a los políticos y que ningunea a los ciudadanos no puede tener el más mínimo interés para los ciudadanos. Y así ha ocurrido.

  5. Un mensaje del que la clase política no se entera

    En nada. En eso ha quedado tanta conversación telefónica, tanta protesta de acuerdo en tantas cosas, entre Mariano Rajoy y Alredo Pérez-Rubalaba. Al menos, esa es la impresión que le queda a quien ha escuchado las conferencias de prensa que ambos, casi a la misma hora pero en lugares que parecían alejados por millones de kilómetros, ofrecieron como final de un período de sesiones y como anticipo de lo que nos viene en 2013. El uno, desde La Moncloa, celebrando –es un decir—su primer año de mandato, achaca los males de la Patria a la difícil situación heredada de los tiempos de Zapatero. El otro, desde la sede del PSOE en Ferraz, piensa que todo lo reformado y recortado por el Gobierno del Partido Popular en estos doce meses se debe a que son la por lo visto malvada ‘derecha’. Ya son ganas de tirar balones fuera, que diría un castizo…Y, así, las ansias de gran pacto, de acuerdos múltiples para construir una nueva realidad, evidenciadas por tantos ciudadanos –lo dicen las encuestas—quedan, una vez más, en una oportunidad perdida.

    Pregunté a Mariano Rajoy, en su rueda de prensa en La Moncloa este viernes, acerca de su interpretación de esa frase del mensaje navideño del Rey en la que se pedía ‘hacer una Política con mayúsculas’. Pienso que no me respondió, pero tampoco Rubalcaba lo hizo a un colaborador que le trasladó la misma pregunta. Creo que ni Gobierno ni PSOE han asimilado bien lo que el jefe del Estado quiso comunicar en este mensaje: hay que hacer una política de altos vuelos, sin intereses partidistas. Nueva. La verdad es que nunca como ahora sería posible reeditar aquellos pactos que configuraron una afortunada transición a la democracia, porque, entre otras cosas, entramos en un año en el que no hay elecciones, ni, por tanto, campañas electorales, ni, por consiguiente, necesidad de tirarse constantemente los trastos a la cabeza. Pero nada: seguimos en las mismas, pervive la envenenada y mortífera dialéctica de la ‘situación heredada’ frente a la ‘perversa derecha’. Una de las dos españas, nos dejó dicho Machado, ha de helarnos el corazón. Visto lo visto, quizá sean las dos las que, simultáneamente, nos lo hielen.

    Debo reconocer que salí bastante frustrado de La Moncloa. Hubo mucho más de lo mismo y mucho menos de lo nuevo, si es que hubo algo nuevo: nada de reforma de una Constitución que aún debe servirnos para los próximos veinte años, nada de una nueva política con y hacia Cataluña… Tengo a Mariano Rajoy por una persona consciente, honrada y que quiere lo mejor para su país; pero me parece que no responde ya a las aspiraciones de una ciudadanía que quiere magos que saquen conejos de la chistera. Y casi lo mismo podría decir de un Rubalcaba que, en mi humilde opinión, es lo mejor que su partido puede presentar ahora frente a las ansias hegemónicas de un PP que sigue creyéndose en posesión de la mayoría absoluta. Pero es un Rubalcaba que sigue siendo una respuesta insuficiente. Como si no hubiera transcurrido este año atroz. Como si tanta reforma, inexistente en el programa electoral de un PP al que votaron casi once millones de personas, no hubiese horadado, quién sabe si de manera irreparable, su popularidad y prestigio. Y lo peor es que me parece que Rajoy así lo entiende

    También tengo a Rubalcaba por persona llena de sentido común. Pero su campo de maniobras es muy estrecho, y él lo hace aún más pequeño, a base de no saltar las espinosas vallas que le ponen los suyos y las grandes barreras que le opone el Gobierno. Parece incapaz de que sus propuestas, algunas bastante estimables, superen la barrera del sonido. Y, en todo caso, se está convirtiendo en un problema más que en una solución. Y, así, ambos se están convirtiendo en una especie de piras funerarias ambulantes, que saben que se abrasan en cumplimiento de un deber que, me parece, no saben cómo cumplir adecuadamente.

    No escuché, en resumen, ni una sola frase mínimamente ilusionante en ambas ruedas de prensa. No basta con decir que el nuestro es un gran país –tópico por lo demás bien cierto–, ni vaticinar que en 2014 las cosas estarán mejor, porque es ante 2013 donde estamos los ciudadanos instalados. Y sigo sin entender para qué dos personas que, en lo humano y en lo ético, me merecen tanto respeto como Rajoy y Rubalcaba, malgastan tantas llamadas telefónicas total para –ya se vió este viernes de fin de curso—nada.

    fjauregui@diariocritico.com

  6. A Antonio:
    de acuerdo en su última frase: el Rey se dirigía a los políticos. Para abroncarlos. El propio Rajoy, a quien le pregunté hoy en La Moncloa si había intervenido en el mensaje real, me vino a decir –sin decirlo así, claro– que él no había intervenido en nada, que no lo conocía previamente. Y otras fuentes me hablan del cabreo que tanto MR como APR tienen con la filípica de Don Juan Carlos. Lo que pasa es que estas ‘filípicas’ tan aeducadas unos las entiende una manera y otros, de otra.
    Por lo demás, cierto es que un poco más de sintonía con el ciudadano de a pie, el que ve vaciarse su bolsillo y cómo sus hijos tienen que emigrar al extranjero, no hubiese sobrado. Por cierto, tuvo una audiencia tremenda, o sea, que sí interesa.

  7. Sigue saliendo DC como web atacante en el navegador Firefox. En Chrome ya se puede entrar. Ayer se podía entrar con Firefox, pero hoy vuelve a aparecer como página bloqueada. Mi mensaje del día 26 sigue pendiente de moderación.

  8. A todos, muchas felicidades ante el 2013 que, glub, llega.

    A Teseguite: hemos luchado durante ocho días con sucesivos ataques maliciosos. Claro que nos hemos enterado…Gracias por avisar, en to caso. Y respondo al tema en el siguiente post. Felicidades también

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