Una nueva era

Lo dicho: todos pensamos que estamos entrando, o ya lo hemos hecho, en una nueva era. Hasta Benedicto XVI, que no deja de tener ochenta y cinco tacos (casi), se ha dado cuenta y asegura su sucesión ‘in vita’. ¿Asegurará también nuevos modos, métodos, formas y fondos en la Iglesia que lleva dos mil trece años cambiando más bien poco?.

5 respuestas

  1. Creo que no es justo decir que la Iglesia ha cambiado más bien poco en dos mil trece años, basta con ver un poco la historia.

    Además solo son mil novecientos ochenta años, (dos mil trece, menos treinta y tres que fue cuando se fundó)

  2. Los que esperan unos enormes cambio son los que están fuera de la Iglesia que quieren en este momento de relativismo, donde vale todo, que la iglesia bendita tanta bazofia que estamos viendo, y nos diga que el aborto es progresista, que robar en los supermercados está muy bien si estás de huelga, y que la corrupción y robarle a los parados está fenomenal, pues esos están equivocados. Los valores de responsabilidad, de exigencia ética, de preocuparse del otro, de ayudar al que lo necesita, de respetar a la mujer de tu prójimo, de tener como predilectos a los pobres, eso va a seguir igual. El Papa Benedicto XVI que despertó suspicacias entre los creyentes, le esperábamos un hombre duro e intransigente, nos hemos visto sorprendido por alguien valiosísimo, dulce y humano, intelectual de categoría mundial como filósofo y teólogo que demuestra su humildad renunciando al poder y confesando que no se siente con fuerzas, y nos regala la esperanza de un nuevo Papa sin tener que llorar a su predecesor. Un gran Papa, y la Iglesia seguirá su marcha a pesar de tanto anticlerical militante, con su gloria y sus equivocaciones

  3. Estaría bien que hubiera un Papa que hablase solo para los católicos, y que a los que no lo somos nos dejara en paz y no nos dijera lo que podemos o no hacer, no caerá esa breva…..

  4. ¿Una nueva era?. Pues sí, podríamos hablar de una nueva era si de lo que se trata es de seguir “trillando” a los de siempre. Ahora las formas de “trilla” son más sofisticadas, pero no desmerecen en nada a cómo eran “trillados” los pecheros en la edad media. En lugar del pontazgo, ahora nos dan con el medicamentazo, y los siervos de la gleba pasan a ser minijob’s. Es verdad, estamos en una nueva era.

  5. El catolicismo es una estructura de poder, creo que su jerarquia, en términos generales, siempre, preocupada por lo del César, no dejan de ser más que unos comerciantes, escribanos y fariseos.

    Y la renuncia del Papa , que ha conmovido los cimientos de la Iglesia , es un síntoma de su estado de caos y corrupción . Creo que los cuervos vaticanistas no se dan cuenta de lo que han propiciado: le han asestado un buen golpe a la imagen de autoridad paterna incuestionable que la figura del papa tiene para la mayoría de creyentes católicos

    Conste que detesto el ateismo militante tanto como al catolicismo integrista con sus ideas. Lo mismo que detesto tanto al Comunismo como al fascismo.
    En mi opinión, Benedicto ha fracasado estrepitosamente como entrenador de almas [era un buen segundo y ha sido un mal Papa]. Ha fracasado intentando conjugar el fundamentalismo de su predecesor con los mandatos del Vaticano II. Ha fracasado con la lacra de la pederástia [que el mismo encubrió]. Su más solemne metedura fue la de propagar por todo Africa que los preservativos no ayudaban a evitar a que se propagara el sida.

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