¿Será verdad que entra aire fresco? Hoy me ha dado por pensar –acaso iluso yo– que quizá esté acabando el presidencislismo, el condeduquismo, etc…Quién sabe; el mundo es de los utópicos.
¿Será verdad que entra aire fresco? Hoy me ha dado por pensar –acaso iluso yo– que quizá esté acabando el presidencislismo, el condeduquismo, etc…Quién sabe; el mundo es de los utópicos.
In
No quiero ser agorero, pero ¿van a cambiar de verdad? ¿aire fresco?
Todos sabemos cómo funcionan los partidos políticos, hay que realizar una carrera interna que empieza cada vez antes para poder situarse en posición de tomar decisiones. Y cuando llega el deseado momento, el individuo ya ha sido domado y subsumido (¿abducido?) por la dinámica interna.
El actual funcionamiento de los partidos es muy deficiente y ademocrático y teledirige la reposición generacional desde el aparatchik. No hay diálogo interno y los intentos democráticos son poco creíbles como acabamos de ver con las Pseudo-Primarias.
A mí juicio, la única manera real de conseguir que cambie la situación es mejorando la Ley de Partidos y la Ley Electoral. Mayoritariamente los españoles estamos por listas abiertas, primarias obligatorias y una fórmula de reparto de los restos sin las taras de la D’Hont modificada que padecemos.
En cuanto a lo del presidencialismo… te contesto en Diariocrítico
Saludos. Es esperanzador que todavía podamos pensar que la playa está debajo de los adoquines, pero en cuanto al presidencialismo implícito en nuestro sistema soy un poco más escéptico. Trataré de explicarme. Nuestro sistema, como muchos otros en el constitucionalismo moderno, no es presidencialista, pero adquiere esa deriva arrastrado por las corrientes antropomórficas inherentes a la naturaleza humana (pedazo frase que me ha salio de un tirón!)
No es presidencialista porque casi todas las ideologías comparten la desconfianza hacia el poder personal excesivo y/o concentrado en un solo individuo. Liberalismo Político, Anarquismo o Marxismo están en contra del gobierno personal y del culto a la personalidad. Sólo los fascismos incluyen entre sus postulados la figura carismática e inefable del líder que todo-lo-sabe y que todo-lo-puede y al que se aplica ese artículo primero que reza que el Jefe siempre tiene la razón. Pero los fascismos están muy mal vistos por el constitucionalismo contemporáneo.
¿Por qué entonces los sistemas derivan al personalismo y al presidencialismo? En mi opinión (no voy a decir que humilde, que una vez hubo quien me aplaudió creando un monstruo ávido de una vanidoteca propia ¡Ah, la humana naturaleza otra vez!) existen dos razones principales.
Una es la necesidad, en tiempos de tribulación, de tomar decisiones rápidas cuando no es momento de deliberaciones, asambleas y largos debates sobre pros y contras. Hasta en las sociedades más primitivas e igualitarias se escoge como guía al mejor cazador cuando hay que ejercer de machos proveedores y el despacho y la prebenda no se han inventado todavía. En un barco sólo manda el capitán, y de ahí la necesidad de la figura del Decreto-Ley de la que tanto, por cierto, abusa el Poder Ejecutivo.
Otra de las razones es la tendencia humana a antropomorfizar, a personificarlo todo. Nuestra capacidad de pensamiento simbólico es infinita, y por ello, y para comprender lo incomprensible creamos seres a los que dotamos de naturaleza humana para intentar tratar con esos fenómenos. Las fuerzas de la Naturaleza se convierten en dioses, el Amor se encarna en divinidad a la que propiciar, la Muerte se viste de negro y porta guadaña, los ríos se transforman en personificaciones y Roma se funde con la persona, divinizada, del emperador.
Así las tendencias políticas, en muchos casos, adoptan el nombre de individuos con los que se identifican y de los que adoptan defectos y virtudes; leninismo, trotskismo, o felipismo. Contra el “programa, programa, programa” como lema el “persona, persona, persona”, y, cuantas más riendas del poder pueda asir esa persona mayor será la tendencia a identificarla con ese poder, y si en vez de la bicefalia del PNV tenemos la monocefalia (no en el sentido primate del término) del PP o del PSOE, la deriva presidencialista se hace inevitable.
Otra faceta del asunto es que esas personas encarnan toda una política y se convierten en los útiles chivos expiatorios de una comunidad, como le pasó a Hitler, que cargó con las culpas de toda Alemania eximiendo a los alemanes de su responsabilidad por lo que pasó. Y es lo que le está pasando a Zapatero, en quien los españoles están personificando todas sus frustraciones de la lucha contra ETA o todos los problemas de una política autonómica mal diseñada desde el inicio, o de la crisis económica. Cierto es que el propio Zapatero ayuda mucho a esto con su ingenuidad, cambios de rumbo y falta de formación, pero es la consecuencia del presidencialismo y de antropomorfizar lo que debería ser el concepto del Poder Ejecutivo.
Por eso soy escéptico sobre las posibilidades de que nuestro sistema deje de ser presidencialista, aunque quiero creer que la playa todavía nos espera allí, debajo de esos adoquines.
Estimado don Fernando: Parto de la base de que usted está mejor informado que yo, por lo que debo suponer que su optimismo está fundamentado en hechos reales, pero, por más que busco señales que me permitan compartir su optimismo, debo reconocer que no encuentro ninguna.
¿No será este un buen momento para que visite usted un buen psiquiatra? 😉
Un afectuoso saludo,
Je je, va listo…
Me encanta, maestro: escribes «¿Van a cambiar las cosas?» y ya tienes apoyos entusiastas.
Pero, maestro, si no has dicho una sola palabra de hacia dónde quieres que cambien las cosas ni qué cosas quieres que cambien.
Para que luego digan que no hay periodistas brillantes.
Ya estaría bien eso. Sin embargo, lo veo más como la consecuencia de una fisura en los modos corrientes.
Un accidente, me temo, D Fernando. ¿Que ocurre con los cuadros del partido? ¿Quien elijió a Leire? Quiza generalsecretarismo en lugar de presidencialismo. Pero …ismo en cualquier caso.
Un saludo
Lo dicho, Don Fernando, es usted uno de los últimos ilusos de este
maltratado planeta. No es que se esté acabando el Presidencialismo,
no, lo que ocurre es que, el «Rey del Talante» se está tomando un
pequeño respiro para pergeñar nuevas ..tadas contra los españoles.
No quiero entrar tan a «matar» como el sr. Sanz, pero quizás no vaya
tan desencaminado en su consejo. Yo, y perdone, no alcanzo a ver el
motivo por el que usted, a quien se le supone un elevado nivel cultural
e intelectual, de vez en cuando, parta una pequeña lanza a favor del
tiranuelo de ZP; no hay por dónde cogerlo ni con pinzas, como decimos
los valencianos, «no’n fas cap que t’agraixquen, Morral», y aparte de
reirse de todos los españoles y de jorobarlos recalcitrantemente día sí
y el otro también, no hace nada de provecho. Estoy yo pensando en el
inmenso favor que se le hará a este personaje si, el 29-S, sigue mucha
gente la huelga, me explico: si hay cerca de tres millones de empleados
del Gobierno y van a la huelga, aunque sólo sean la mitad de ellos, este
señor se va a embolsar, por lo menos 150 millones de euros en sueldos
no abonados y, encima, se lo pasará pipa al ver a tanto pobre obrero
haciendo el canelo; porque no se puede llamar de otra manera a tod@s
los que vayan a la huelga sabiendo que este morrut no les va a hacer ni
caso y, encima, les van a seguir el juego a los sindicatos que, a lo único
que van, es a hacerse la foto y simular que se preocupan de los obreros
pero lo que no nos dicen es que, de todos esos sindicalistas que irán a la
huelga, ni uno sólo de ellos, dejará de percibir sus emolumentos porque
ellos, como está liberados o cogerán ese día como asuntos propios, no
les afectará esa reducción y, por si acaso, no harán mucho ruido para
que el «Jefe» no les rebaje las subvenciones.¡¡Qué país, Señor!!
Don Fernando, soy la persona que el otro día leí una información de Público sobre las empresas de Antonio Asunción, y me la creí a pies juntillas. Tiene usted razón en cuanto a que las acusaciones hay que demostrarlas. Pero quizá usted pueda responderme a dos preguntas: ¿Qué intereses tiene Público al querer divulgar una información de fuentes con intenciones espúreas? Y, segundo, ¿por qué Público les da credibilidad a esas fuentes? Últimamente hay una polémica enorme a cuenta del abuso de las fuentes anónimas, y creo que ese abuso se produce cuando los políticos hablan en privado de la situación interna de sus partidos, por miedo a represalias, o cuando se hacen valoraciones de otros políticos. ¿Qué opina usted? Un saludo.
Y aún le diré más, señor Jáuregui. Aunque suene muy fuerte lo que le voy a decir, la razón por la que me creí la información de Público es que el señor Asunción es valenciano. Yo he sido empleado de banca muchos años, conozco a gente que ha trabajado en auditoría y todos coinciden en que las mayores chapuzas y el número más alto de delitos financieros que suelen detectarse se dan en la Comunidad Valenciana. No me estoy inventando nada, los datos están ahí. Es duro decirlo, pero es así. Con todos los respetos, tengo un concepto bastante malo de los ciudadanos de esta comunidad.
A Luis Solana:
Gracias por el comentario, maestro. Pero sí ando continuamente repitiendo lo que tiene que cambiar. Mucho: la Constitución, la normativa electoral, la Ley de Partidos, la ley de huelga, el funcionamiento del TC, del CGPJ, el reglamento del Congreso, el Senado ni te digo, la financiación de los ayuntamientos, la capacidad legislativa de las Comundades Autónomas, los modos de nombramiento de fiscal general,m director del CNI, del CIS, de RTVE. El talante, los debates –necesarios– en las primarias, los comportamientos de los medios de comunicación, la legislación sobre Internet, el mecanismo de los consensos, la función –obligaciones– de los ex presidentes…
¿Sigo?
En fin, que el sistema necesita retoques y toques a fondo, desde la cabeza coronada hasta el último periodista (yo mismo), pasando por esa sociedad civil invertebrada, que ya lo dijo Ortega y no lo hemos cambiado.
Un saludo cordial
A Cobmari
Recnozca que la lanza es muy ocasional y muy `pequeña. Pero me niego a figurar entre quienes jamás ven blanco en el panorama negro, y viceversa. Todo el mundo tiene ncosas buenas y malas, y también, claro está Zapatero.
Otro saludo cordial
No estoy de acuerdo, sr. Jáuregui, lo único que hará bueno ZP, es
desaparecer para siempre y si puede ser con todos sus satélites,
del panorama político español; hasta ahora, todo lo que ha hecho
ha sido engañar, mentir, ningunear, menospreciar, discriminar y
un sinfín de aberraciones más, la mayoría de ellas, encaminadas a
fastidiarnos la vida a los valencianos. En cuanto a Para Fernando J.
sobre las fuentes anónimas, le he de decir que usted no ha visto
nada en absoluto de lo que es la Comunidad Valenciana. Si quiere
usted ver chanchullos financieros, bancarios y de todo tipo, váyase
ud. a Cataluña, Baleares o Andalucia pasando un poco por Madrid,
que teniendo allí el Gobierno, ya se puede ud. figurar
Sigo porque se me ha cortado. Tenga usted en cuenta que, Asunción
es valenciano, sí, pero ante todo, es socialista. Y por otra parte, ni
todos los valencianos somos banqueros ni sinvergüenzas y, lo que es
más importante, es que no todos somos socialistas. Ha faltado usted
un montón el respeto a todos los valencianos y ni creo que lo que ud.
dice sea cierto ni que nos merezcamos esa opinión. La Comunidad V.
ha demostrado siempre ser un pueblo solidario, trabajador, abierto y tolerante y es deplorable el que, encima de tener siempre a ZParo
tratando de jorobarnos, salga alguien también poniendo en duda la
honestidad de todo un pueblo. Yo creo que debería ud. disculparse y
dejar de decir barbaridades como la que ha soltado usted en su poco
inspirado comentario. Saludos.
La retranca de Luis Solana es simpática y acerada, señal de su buena cabeza. Disiento, sin embargo, en la ironía que se desprende de sus tres últimas líneas. No es necesario el detalle -luego en tu respuesta, Fernando, lo das y está bien- de qué debe cambiar, si no más bien del cómo.
Ley electoral, de partidos, el monarca, el presi, la inefable consti, el absurdo senado, las comisiones de ¿investigación?, el sistema procesal y judicial…, me juego otro desayuno a que la mayoría de ciudadanos estamos de acuerdo en todo eso, o casi.
Pero nos queda el cómo, y no me refiero a los formalismos determinados por las leyes sino al comportamiento ciudadano. Mientras cada uno de nosotros, españoletes, sigamos pensando que somos mejor que el resto o que estamos en posesión de la verdad o que el otro, simplemente porque es el otro o es rival o es adversario, es el enemigo, vamos aviados.
Tenemos que trabajar sobre lo que nos une y mordernos la lengua cada vez que ahondamos en lo que nos separa. Entre un ciudadano de Carolina del Norte y uno de Miami hay tantas diferencias como entre un vasco euskaldún y un andaluz conservador; entre un ciudadano de Hawai y otro de Alaska no hay menos que entre un catalán del Ampurdá y un extremeño de Medellín por hacer una comparación ramplona.
Hemos de trabajar sobre lo que nos une, aprender a darlo por sentado y previo a la discusión y no sojuzgarnos mutua e ilimitadamente poniendo en solfa a cada instante hasta lo que hicieron los RRCC allá por el 1500.
El ruido de los políticos enturbia el ambiente ciudadano y el eco machacón de muchos medios y/o periodistas llega a hacerlo irrespirable.
No debemos esperar un cambio de arriba hacia abajo -esquema al que los españoles estamos tan acostumbrados- y debemos asumir un grado de compromiso ciudadano mayor y provocar el cambio de abajo hacia arriba, aunque sea remedando al circulo de bloomsbury de hace ahora 100 años y so pena de ser tildados de idealistas, corriente a la que me adscribo pero desde la óptica bertand-ruselliana. (Joer, Bruno, a mí también me ha salido del tirón, aunque reconozco que no tiene la fuerza y rotundez de palabras como deriva, antropomorfismo e inherentes que molan mazo, la verdad)
A Mario Sanz:
necesito muchas clases de médicos, pero creo que no un psiquiatra. Si acaso, un desilusionólogo: soy incapaz de no incubar esperanzas aun en el desierto. Y me parece que el clima político solo puede mejorar, porque empeorar…
Estimado don Fernando:
Decía Murphy: Si algo puede ir mal, irá mal.-
Si algo puede empeorar, empeorará.
Y el clima político aún no toca fondo. Nos queda mucho por saber acerca de quiénes nos gobiernan y cómo nos gobiernan, en todos los niveles.
Habrá aún más grandes desilusiones.
Envidio su optimismo. Yo lucho en lo mío más por rutina que por otra cosa.
Un cordial saludo,
Pascua:
Dice usted: «No debemos esperar un cambio de arriba hacia abajo -esquema al que los españoles estamos tan acostumbrados- y debemos asumir un grado de compromiso ciudadano mayor y provocar el cambio de abajo hacia arriba»
¿Que incendiemos qué????
Un cordial saludo,
Joer, Mario, me tengo por persona civilizada y por eso que antes se llamaba hombre de bien.
No quiero incendiar nada, quiero encontrar la forma de ponernos de acuerdo en lo esencial para poder debatir luego los detalles. Te pongo un ejemplo facilón: los culés «odian» a los merengues y estos a aquéllos, pero ambos están de acuerdo en las reglas del juego. Pues algo así.
Déjame ejemplificar con política: Creo que el presidente Aznar o el presidente González o el presidente Zapatero… son presidentes de tod@s, no solo de los suyos. Creo que el cargo merece un respeto institucional y que referirse a ellos, cuando están en ejercicio, como Aznar, míster Equis o Zpeta es una falta de respeto contra la institución -lo que dice bastante poco de nosostros como ciudadanos- aunque se disfrace de insidia contra la persona que está «in office». Es por esto, entre otras cosas, por los que en otra parte decía que creo que sería mejor definir y separar la figura del presidente de la elección parlamentaria.
Creo que los poderes deben estar no solo separados si no férreamente aislados, sin por ello perder la esencia democrática de cada uno, clarísima en el ejecutivo y el legislativo y tremendamente mal resuelta por nuestro ordenamiento jurídico en lo referente al judicial.
Creo que el título I de nuestra Consti se nos ha olvidado, que la mayoría muy mayoritaria no conoce la carta Magna, que las taras coyunturales, tácticas e ideológicas del trienio 1975-1978 ya han sido superadas y que debemos (¡ya!) corregirlas para hacer de la nuestra una Constitución viva, congregadora en vez de disgregadora y que sirva al entendimiento y mejora de nuestra sociedad y estoy pensando más en mis hijos y sus hijos que en mi propio tiempo.
En fin, sin necesidad de lanzallamas ni pirómanos, lo que propongo y por lo que participo en la vida ciudadana, es que conozcamos, valoremos, respetemos y mejoremos nuestra Consti porque es el reglamento fundamental del juego de nuestra sociedad.
Decía Sócrates que Amigo es Platón, pero más amiga es la Verdad. O sea, que puedo ser sociata, pepero, nacionalista galego o amargado social, pero tengo que tener claro que los míos están por debajo de las reglas del juego o acabaremos… como hemos acabado siempre en nuestra historia.
Y puestos a citar a los clásicos, vaya por delante mi admirado Pericles:
«Somos libres y tolerantes en nuestras vidas pero en los asuntos públicos nos ceñimos a la Ley.»
Estimado Pascua:
Estamos acostumbrados a ser mansas ovejas a los que todo nos llega hecho desde «arriba».
Un ejemplo que se me vino a la cabeza cuando leí su comentario es Europa.
Europa es una organización construida por las élites, sin intervención del pueblo, de los ciudadanos. Y ahí los tiene. Miles de funcionarios medrando a costa de ciudadanos que ignoran absolutamente todo acerca de ese «supraestado» creado a traición.
¿Cómo se desmonta eso?, o siendo menos drásticos, ¿Cómo se pone esa inmensa organización al servicio de los ciudadanos?
NO hay caminos para ello, amigo Pascua. No contemplan esos organismos la participación de los ciudadanos.
Y España es más de lo mismo. No existe una vía que facilite la participación de los ciudadanos. Los políticos tuvieron la precaución de «blindarse» en un entorno alejado de la sociedad, con sus reglas, sus códigos y sus procedimientos.
Y los ciudadanos, dentro de la ley, nada podemos hacer para cambiar las cosas y devolver a estos ciudadanos privilegiados a su condición de servidores de la sociedad.
De ahí mi «irónico» comentario respecto a lo de «incendiar». Si los políticos se han blindado, si los ciudadanos están al margen de la gestión del estado, no veo cómo cambiar esto dentro de la ley.
Me temo que más pronto que tarde saldrá un espontáneo que movilice a los ciudadanos más descontentos, de forma violenta contra las instituciones. Tengo real temor de que esto acabe en violencia sin sentido.
Finalmente, obligarnos a los ciudadanos, u obligarnos los propios ciudadanos, a respetar una Constitución que nuestros dirigentes no respetan, me parece un ejercicio de cinismo.
Ya me dirá usted algo sobre la separación de poderes, del rol del parlamento, de la justicia, de la fiscalía, de las FyCSE ayudando a terroristas, etc. Todo se nos ha ido de madre. Todo está desbordado.
Nos queda colaborar a remediar esto, o protestar.
Yo colaboraría, pero, quién dirige esta «regeneración democrática constitucional»?
Nadie.
¿A quién le interesa liderar este movimiento? a Nadie.
Somos pocos, estamos solos y a la deriva, amigo Pascua.
Un cordial saludo,
Pocos sí, solos no porque basta que seamos 2 para no estar solos y a la deriva más o menos, pero hay brújula y el rumbo es fácil. Solo hace falta voluntad de remar. No necesitamos ni comodoros ni cartas de navegación ininteligibles.
No necesitamos lideres ni lideresas para este viaje. Lo que necesitamos es hablar en tono de debate, sin ofendernos unos a otros, en cuantos foros podamos: familia, amigos, este blog 😉 , el curro, cartas a los periódicos, etc. cosas simples posiblemente, pero cada vez que convencemos a un@ de que hay que remozar el funcionamiento del estado sin que ello signifique ser de izquierdas, de derechas o mediopensionista, somos un@ más. De grano en grano llena la gallina el buche, de mica en mica s’omple la pica.
Parece que no o que es poco, pero es mucho lo que se avanza convenciendo a unos y a otros del tono moderado y de la necesidad de imponer el sentido común en las reglas del juego de nuestra nación. Tus líneas, las mías, las de Fernando y las de la mayoría de coforeros son un buen ejemplo de lo que digo.
No desesperemos, Mario. Yo no tengo ni edad, ni talante, ni ganas de ser político profesional, pero eso no quiere decir en absoluto que no me preocupe por mi condición de ciudadano y por el todo que es la sociedad en que vivo. Al fin, amigo mío, tú y yo y todos sostenemos esta nación con nuestros impuestos. Y aún diré más: a mí me gusta pagar impuestos porque esos dineros representan mi compromiso y mi colaboración. Y esto, que suena tan raro en nuestras latitudes en donde hasta los gobernantes dicen que pagan a regañadientes, es lo normal en las sociedades anglosajonas, orientales y nórdicas. ¿Somos más tontos o qué?
Y, antes de que me lo reclames lo digo, pago impuetos y exijo que se gasten adecuadamente. No puedo hacerlo con plenitud en España: no hay una ley de transparencia informativa de la info pública, no hay listas abiertas para poder elegir al pollo que mejor represente mis intereses, los funcionarios no ascienden por méritos profesionales sino por su cercanía al que tiene el poder, la administración funcionarial y el poder ejecutivo se confunden y solapan, nuestra Consti está obsoleta, etc. Y precisamente todo esto es lo que tenemos que cambiar para que nuestra sociedad funcione.
¿Europa dices? Vale, pero si no funciona es precisamente por todo lo que denuncias y porque, más allá de que el capital se pone de acuerdo más rápidamente que cualquier otra actividad humana -ahí están los acuerdos del GATT de los 90, la deslocalización actual hacia Asia, el impacto mundial de las subprime y hasta las recetas actuales «impuestas» a España desde fuera-, la definición y conformación de los EEUU de Europa pasa primero por adelgazar ese monstruo de 27 sociedades tan dispares y segundo por ceder la soberanía nacional a una todavía inexistente soberanía continental. Y, ya tocando este tema, lo peor es que si no lo hacemos acabaremos siendo la Vieja Europa, cada vez más vieja y menos Europa y cuando llegue -que llegará como ha llegado la Gran China predicha por Mao Tse Tung en los 50- la Pan-Lationoamérica nos comeremos los mocos y tendremos que emigrar a América o a Asia más o menos como ahora los mesoafricanos emigran hacia acá.
Hoy me he quedado de piedra: cinco compañeros míos me han
dicho hoy que mañana iban a la huelga. Por supuesto están en
su derecho,yo, simplemente les he preguntado, porque son un
poco simples(que no tontos),si sabían a lo que iban y contra qué
iban a protestar y me han dicho,»hombre, protestamos contra la
Patronal». Yo, les juro, he alucinado,ha sido tal mi estupefacción,
que aún no he logrado salir de mi asombro;yo juraría que, esta
huelga iba de decirle a ZP lo ZarraPastrosas que son sus ideas
y políticas y contra la Reforma Laboral y la subida del fisco,pero
resulta que no, que, según ellos, la bajada de sueldos, la subida
de impuestos y todas esas barbaridades, ZP las ha hecho porque
le han obligado los empresarios; por favor, decidme si es que me
he perdido algo, porque yo ya no entiendo nada.Saludos.
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