Perdón por remitir a un artículo mío de ayer. Estuve blando: la vergüenza debería invadirnos a todos. Sí, ya sé que en la Italia de Berlusconi es peor, pero a mí eso no me consuela: allá los italianos, o los argentinos, o los venezolanos, con las personas a las que votan (ya se ve que no basta con celebrar elecciones cada cuatro años para decir que estás en democracia). Yo, simplemente, me niego a que mis impuestos vayan a pagar a los concejales de Benidorm que han apoyado el transfuguismo. Por cierto, me niego también a pensar que la ejecutiva federal del PSOE tenga nada que ver en este esperpento político, contra lo que dice el actual alcalde de la localidad alicantina. Creo en la honradez política de Leire Pajín, a quien han colocado en un puesto que le supera.
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