Hay cosas buenas y malas, lo cual no es decir mucho, pero es, me parece, situar las cosas en su justo término. No digo yo que haya que respetar los cien días de gracia, pero tampoco lanzarse a degüello, más allá de lo que es la crítica razonable y razonada. En fin, que hay opiniones para todos los gustos.
Esta es la mía, por escrito y en audiovisual.
En fin, ojalá que acierten, porque en ello nos va mucho a todos. Y que empiecen por nombrar unos ‘segundos escalones’ que sean, como suele ocurrir, mejores que los primeros.
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