Y, a todo esto, Pérez Rubalcaba, ¿qué hace?


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(qué tiempos aquellos en los que Alfredo Pérez Rubalcaba ocupaba, recuerda usted, el centro de la vida política, tras un Zapatero ya casi olvidado. Hoy, la verdad, el secretario general del PSOE no es sino una sombra de lo que era entonces. Ya los del PP ni se acuerdan de atacarle con los del Faisán, que, como se preveía, quedó en nada…)
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Algo muy serio y, a mi modo de ver, preocupante, está ocurriendo, en medio del silencio oficial y de las declaraciones de malestar en privado, en el seno del Partido Socialista Obrero Español. El PSOE se cuartea en Cataluña, en Andalucía, en Madrid e incluso en Galicia y el País Vasco, y los malos resultados de las encuestas en las tres comunidades en las que próximamente se celebrarán elecciones autonómicas aumentan el malestar interno: definitivamente, el PSOE no se beneficia del despeñamiento del PP. La autoridad de Alfredo Pérez Rubalcaba y de su ‘segunda’, Elena Valenciano, se cuestiona en algunas de las federaciones en las que los dirigentes han sido sustituidos y, para colmo, la propuesta del secretario general socialista a favor de ir a un Estado federal, sin mayores concreciones, ha sido juzgada como “insuficiente” y “una improvisación más” en determinados sectores del partido, aunque todos reconozcan que ha sido, almenos, una aportación al debate en medio de la nada en el que nos hallamos.

Todo lo antedicho es palpable a poco que uno se acerque a bastantes dirigentes regionales, e incluso nacionales, socialistas. Y, sin embargo, en el PSOE no se ve una alternativa a un Rubalcaba desgastado, sí, pero con el marchamo de ser un político experimentado, honesto y entregado a ‘la causa’. Aunque ¿a qué causa? Sus críticos, que no se encuentran solamente en el bando que apoyó a Carme Chacón en el último congreso sevillano de marzo, dicen que esa causa cambia frecuentemente de orientación, y “tan pronto se está ofreciendo un pacto casi sin condiciones a Rajoy como se pasa a una dureza crítica inusitada una vez que el presidente del Gobierno no parece aceptar esa mano tendida”, me comenta un dirigente madrileño.

A Rubalcaba le llueven los ataques internos, siempre soterrados, eso sí. Le critican que viaje más al extranjero que a las federaciones, que solamente se deje ver por los desayunos masivos en algunos foros, para apoyar actos “desangelados” en los que comparecen los candidatos Patxi López y Pachi Vázquez y, sobre todo, le atacan por estar “permitiendo” que la ambigüedad del PSC hunda el socialismo en Cataluña. También le acusan de “compartir poco” el poder, de ‘escaa voluntad de agitación’ en los mítines preelectorales y de rodearse apenas de sus fieles, como Elena Valenciano u Oscar López, para hilvanar su política, aunque la primera aparece en público algo menos estos días, mientras la portavoz parlamentaria, Soraya Rodríguez, aumenta su influencia.

Por último, los críticos acusan a Rubalcaba de mantener una “desastrosa” estrategia de comunicación. Y, ciertamente, quien suscribe puede atestiguar sus actitudes fuguistas cada vez que un periodista se le aproxima. Por último, pero no lo menos importante, se achaca a la dirección del partido el no haber trazado una estrategia preelectoral que evite, como decía una de las fuentes citadas, la sensación de ambigüedad: “¿nos acercamos al PP, a IU, a UPyD, al PNV, a Convergencia, al Bloque gallego?¿Nos quedamos orgullosamente solos, debatiendo nuestros problemas y nuestras indecisiones?”

Aunque, como antes señalaba, ni siquiera los más reticentes a la figura de Rubalcaba se atreven a señalar una alternativa, porque el peso político y moral del ex vicepresidente, ex ministro del Interior y ex tantas cosas, es mucho y evidente. No es alternativa, desde luego, una Carme Chacón que está como “desaparecida en combate”, según comentaba esta semana una diputada socialista. Tampoco alguien de la ‘vieja guardia’, como podrían ser Ramón Jáuregui o el ex ministro de Trabajo Valeriano Gómez, que son figuras indudablemente respetadas por todos, pero con escasa fuerza en el partido y con presumiblemente poco tirón electoral.

En este contexto, sigue escuchándose el nombre de Patxi López, aún lehendakari vasco, pero con casi nulas posibilidades de seguir en el cargo, como ‘cartel electoral’ del PSOE ante las próximas elecciones generales. Una personalidad, la de López, que tiene, reconocen incluso sus próximos, sus ventajas, pero también sus inconvenientes; entre las primeras, haber sabido armar, durante más de dos años, un acuerdo, “que funcionó muy bien…mientras funcionó”, con el PP vasco de Basagoiti. Entre los segundos, el no ser diputado, lo que le veta hacer oposición en el Parlamento.

Algunas de las voces, no demasiado bien coordinadas por cierto, que se escuchan en los cenáculos socialistas piden incluso un congreso extraordinario del partido tras las variadas elecciones autonómicas, o acaso una conferencia nacional, tal vez a comienzos del año próximo, para “reordenar las cosas”. Se atribuye al secretario general del PS Madrileño, Tomás Gómez, ser uno de los principales dirigentes en alentar esta pretensión, aunque nunca lo haya dicho públicamente y aunque haya desmentido oficialmente que se plantee presentarse, en el caso de que hubiese un próximo congreso, a la secretaría general de la Ejecutiva federal.

Un cuadro, como se ve, que muestra una situación muy fluida en la que, según opinión muy extendida, “lo único que no puede hacerse ahora es dejar las cosas como están, porque entonces habrá muerto la situación bipartidista que existía hasta el momento”. Y quién sabe si comenzaría a ser el declive imparable de un PSOE que, en opinión de quien suscribe, sigue haciendo mucha falta como contrapeso, o incluso como aliado en un gran pacto nacional, de un Gobierno que ganó por mayoría absoluta pero que, sin duda, ya no cuenta con la mayoría absoluta de la adhesión de la ciudadanía. Creo que se puede anticipar, en este marco, que en el seno del PSOE van a pasar muchas cosas dignas de atención en los próximos meses. Porque otra cosa dejaría al partido al borde del abismo.

4 respuestas

  1. Extenso artículo y bien estructurado.
    Eso es lo que me parece para comentar la actualidad que ronda a Rubalcaba, que va de capa caída quizá porque ya no es lo mismo. No es igual dar voces y argumentar desde el poder que desde la oposición. Una oposición, recordemos, que no le es ajena por haber pasado por otra etapa opositora hasta obtener el poder de la mano de Zapatero, que también, recordemos, ha sido por como el despecho de una sociedad hacia el proceder de Aznar, y que se vio ayudado con un fatídico acontecimiento que incrementó el resabio social a la derecha.

    Estos años de poder no han servido de mucho a la hora de darnos una confianza en el buen hacer del atleta cántabro, que manipuló a su antojo una oportunidad de oro para establecer una larga etapa socialista en el poder al estilo de la Felipista, pero que, como dicen por ahí, la llegada de arribistas e indocumentados al poder, utilizados por Zapatero para descargar su responsabilidad, no le sirvieron a Rubalcaba para tomar las riendas socialistas en un declive incrementado por la crisis y la incompetencia de Zapatero para afrontar en su momento las medidas que hubieran retenido durante un tiempo el deterioro social y económico. Sabían que lo había que hacer. Pero no lo han hecho, se fueron yendo por la puerta de atrás algunas de las personas más responsables de la indecisión de levantar la voz en un partido que perdió aproximadamente un tercio de su poderío político. Entre estos Rubalcaba, que con su Faisán ( que para nada está muerto el asunto) y la sitel no le hicieron fuerte ante las atrocidades cometidas por Zapatero y admitidad al fin por este último a toro pasado.
    Carme Chacón, Montilla, Tomás Gómez… el desastre del estatuto catalán, Patxi López el siguiente en partir el PSOE de Euskadi, los EREs de Andalucía…
    Muy mal lo está haciendo el PP con su cambio programático, pero ni esto está sirviendo para resurgir un nuevo PSOE. Y menos si tiran por el camino federalista. Un imposible mientras existan las excepciones fiscales de Euskadi y Navarra y esa pretendida obsesión catalana por hacer valer una superioridad frente al resto de las autonomías.

    Rubalcaba está en sus últimos días en la élite del socialismo español. Y el único que no se da cuenta debe de ser él.

    Hoy, el señor Vara, ex de Extremadura, afirmaba que era necesario terminar con la casta política, que eso era lo que demandaba la sociedad con las manifestaciones y el descontento general. No comprendo porqué no asumen esa realidad y comienzan a desprenderse de privilegios y se hacen mucho más asequibles a la petición ciudadana.
    No puede ser que quienes legislan para todos salgan beneficiados y el pueblo se siga hundiendo social y económicamente.

    Saludos.

  2. Sr. Jauregui
    A mi la situación del PSOE en este momento me recuerda a la de alguien que ha sufrido un desengaño amoroso, que como todo el mundo sabe solo se cura o bien con tiempo de por medio o por la aparición de un nuevo amor.

    Tras un duro «desengaño» del Sr. Zapatero, de quien el tiempo nos está diciendo que además de un torpe «amante» fue un tanto «curioso» acabando con posibles alternativas (si, esto ya se lo oía yo a algunos periodistas como Usted mismo en las tertulias de la tele, pero entonces quizá no nos lo creíamos del todo) el PSOE se encuentra en medio de una cura de amor.

    O bien se curara con tiempo..Y para este camino el Sr. Rubalcaba es ideal y cumple y asume, sigue asumiendo desde que le seleccionaron como candidato, el papel de héroe que se sacrifica por el resto. Ahí parece estar el hombre, aguantando los reproches por el pasado que le hacen desde el PP, hasta los reproches que le vienen desde su propio partido, por aquello de las luchas de poder internas. Y él a aguantar el chaparrón hasta que la tormenta escampe (es decir, su partido se «cure» y los ciudadanos lo «creamos»

    O bien, como segunda opción, que aparezca un nuevo amor, en forma de nuevo liderazgo. Y aquí se habla en efecto de Pachi Lopez, como una opción cercana, pero que no parece que sea unánime. Y quizá Madina, aunque tal vez es demasiado pronto para él. Otras opciones ni las nombro porque me parecen bastante lamentables en este momento.

    Quizá el Sr. Rubalcaba piensa en aquello de «virgencita, virgencita..» y que mejor que en el Gobierno esté ahora Rajoy, a fin de cuentas en algún momento la economía tendrá que mejorar y si el marrón se lo comen otros mejor (que por cierto es lo mismo que le pasó a Ansar, perdón Aznar, que me sale el acento de Texas

    Pero bueno, esto solo es mi opinión, y lo veo todo muy de lejos, porque creo que a la mayor parte de los ciudadanos ya no nos están importando estos Srs políticos de ningún partido

  3. Pues hace lo que mejor sabe hacer: TOCAR LA FLAUTA.

  4. La verdad, querido Sensei, es que me importa un carallo lo que haga el ase-
    sino de la Cultura Española(LOGSE), aunque visto lo que hace su exjefe, ese
    Cenizo Galáctico de el BEPD(beodoesquizofrénicoparkinsonianodesviado), no
    me extrañaría nada que, Gracias a Dios o a quien sea, tendremos a la gentu-
    za del PSOEZ lejos por unos largos años.
    Espero haber dejado este mundo antes de volver a sufrirlos otra vez; dime si
    has visto en algún político que presume de progre y de «trabajador social» te-
    ner alquilado con opción a compra un chalet valorado en casi dos millones de
    Euros. La desfachatez de estos tipos es nauseabunda y, aunque a mi edad,ya
    sea harto difícil,debo reconocer que aún consiguen sorprenderme con la enor-
    midad de sus desatinos y su caradura. Un saludo a todos de Corbmarí.
    P.S. El alquiler de un chalé de estas caracterícticas está estimado entre cinco
    mil y seis mil euros al mes, social, ¿verdad?

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