Siempre me he proclamado más bien monárquico que republicano. A veces uno titubea. Lo empalagoso del tratamiento a cuanto rodea el nacimiento de la niña –bienvenida– llega a producir furor. Y ¿dónde estaba el Rey? Nos dicen: en viaje privado, por eso ha tardado tres días en ir a visitar a su nieta, que por cierto es la tercera en la línea de sucesión a la Corona. Hum…Eso da lugar a demasiadas especulaciones (¿de caza?¿en un chequeo?) y no están las cosas como para bromas. El Rey es nuestra primera v–y más respetada– figura pública, y siempre se debe a la cudadanía. Entre otras cosas, siempre se deben explicaciones a la ciudadanía.
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