El PSOE, de la mano de Rubalcaba, esa es la verdad, ha iniciado una nueva época. Atrás quedan Suresnes y la larga, demasiado larga, etapa de Felipe González. Mi aplauso particular a Don Alfredo, porque ha puesto en marcha esta transición reformista, se ha empeñado, no sé si tan vanamente, en pactos de Estado y ha sabido retirarse con dignidad y sin querer, contra lo que dicen algunos, asegurarse el futuro.
Ahora falta por ver hacia dónde caminará el partido gobernante. Yo me he atrevido a sugerir esta ‘hoja de ruta’ con tres direcciones reformistas: la legal y constitucional), la del Gobierno y la del paftido. A ver por dónde se arranca Don Mariano, fuente de todo poder, a quien moverse le cuesta, ya se ve, un montón.
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