No estaba la cosa para muchos botes, pero, al final, se impuso la juerga en la calle Génova, y Rajoy, que había hecho un muy buen discurso en la sala de prensa de la sede del PP, se avino a botar. Pero el discurso fue serio y realista: la tarea que hay por delante no va a ser fácil. Esta es la crónica que envié a OTR a las once de la noche, recién concluído el parlamento del futuro presidente del Gobierno.
Deja una respuesta