…y solo han pasado cinco meses

Cuando, dentro de unas horas, el movimiento indignado tome las calles de trescientas ciudades (dicen ellos) habrá pasado apenas cinco meses desde aquel 15 de mayo, cuando nos sorprendió un tsunami humano, moral, regeneracionista, despistado, anárquico, bello, espantoso, imprevisible, fatal. ¿Han aprendido en estos cinco meses de sus errores? Por ejemplo, que una representación, unos rostros que hablen ante los micrófonos, sean entrevistados por los periodistas y se entrevisten con el ministro del Interor, son necesarios, lo mismo que una organización jerárquica (sí, jerárquica)? ¿Que se necesitan programas claros, resumidos, unívocos, que se puedan presentar a la opinión pública, con la que hay que contar en todo caso?

Ah ¿que eso es parecido a un partido político? Pues seguramente sí, aunque los partidos también deberían aprender algo de la espontaneiad, la generosidad, la falta de protagonismo, del movimiento indignado. Es lo que me paree que ocurre: que unos y otros se necesitan, porque son parte de nuestra sociedad.

8 respuestas

  1. Les he defendido mucho. Me gustó su espontaneidad y su correlato con aquel mayo del 68 de mi infancia. Pero no veo que evolucionen.

    Sospecho de muchos de ellos, o de algunos, y creo que ellos mismos son conscientes del error que supone no aceptar el modelo vicario o representativo. ¿Cómo sería posible un gobierno asambleario de 50 millones de habitantes? Recuerdo las asambleas de mis años universitarios. Tuve más de dos y más de tres problemas porque me rebelaba públicamente contra un sistema manipulador y ramplón en el que se decidía una huelga diciendo «los que estén EN CONTRA de la huelga que se pongan de pie». Los pocos que lo hacían quedaban marcados y se consideraba que los miedosos, los demás, abstencionistas, dormidos o en el baño, estaban de acuerdo necesariamente solamente porque no habían levantado la mano en contra.

    No. Necesitan parecerse a los partidos políticos porque no hay mejor sistema -o es el menos peor, Churchill me perdone- que el representativo. Y porque el problema no está en el sistema representativo sino en la definición que de ese sistema hemos hecho en España.

    Un ejemplo: la consti dice que cualquier español tiene el derecho de presentarse a las elecciones. Pues ya hemos visto como ese derecho es más falso que un duro de madera: Asunción no pudo, Uralde tiene miles de problemas para conseguir los avales, incluso Gallardón ha tenido que tragar sapos y mierda a toneladas hasta poder presentarse a diputado nacional. Es estúpido y si las listas fueran abiertas seríamos los votantes los que diríamos si Gallardón sí o no y en qué puesto.

    Estos chicos se manifestarán mañana y volverán a copar portadas y titulares. Harán ruido hasta el 20 N y su influencia -if any- se diluirá en la próxima legislatura, salvo que España entre en default. (AA- es un paso antes del precipicio). Su heterogeneidad no es un obstáculo para la representatividad, al contrario, es un activo que deberían explotar: preséntense ante los indignados aquellos indignados que deseen pelear por sus ideas e ideales y que los votos de los propios indignados conformen las listas y los puestos. ¿Por que Jon el Bigotes tiene que hablar en los medios y no aquella señora como de 70 años que preparaba tortillas de patata? ¿Quién o qué a elegido a Jon? ¿Solo el haber llegado antes o haber gritado más alto? Es ridículo.

    Pero tienen tanto miedo a la participación y al compromiso que se disuelven como un azucarillo entre sus consignas y pancartas ingeniosas. Gritan mucho, son muchos y hacen mucho ruido… pero pocas nueces.

    Totalmente de acuerdo, Fernando, los indignados necesitan a los partidos politicos y estos necesitan a los indignados. De unos se aprende metodología y de los otros generosidad. De unos nos sobra su megalomanía y de los otros su miedo a su propia megalomanía.

  2. Comparto lo que decís de este movimiento. Sin una cara, un líder, capaz de transmitir un mensaje claro que llegue a la gente, se va a quedar en eso, en pataleta. De todas formas, lo que no debemos olvidar y dejar de lado, es el motivo que ha llevado a tanta gente a movilizarse. No por el hecho de que no tengan representación debemos considerar sus quejas como infundadas. Me temo que en parte, es lo que nos están intentando trasnmitir los políticos (y algunos medios afines): ‘estos son unos gamberros irrespetuosos a los que no hay que hacer caso’.
    Si las cosas se hicieran bien, si no hubiera tantos recortes, tantos abusos de poder, tantas injusticias económicas, tantas desigualdades, tantos ‘listos’ considerándonos ‘tontos’ todo el día, tanto derroche injustificado, etc, etc, etc,… si no hubiera todo esto, no habría indignados. Por lo tanto, los políticos, principalmente los que están en el Gobierno, deben tomar nota de estos movimientos e intentar rectificar en su gestión. La culpa de que no lo hagan, es decir, de que sigan haciéndolo mal, será de los Gobernantes, y nunca de los Indignados.

  3. Por cierto Pascua, aunque este no es el foro, creo que el Gran Ernest Lluch acudiría en primera línea a la Conferencia de Paz. Entiendo todo lo que dices, pero hay que seguir adelante.

  4. ¿Claro, Sr jaúregui? Creo que lo vamos teniendo algunos día a día.

    -El ministro de Defensa británico, Liam Fox,
    dimite acusado de favorecer a un amigo. _

    Cáspitas, me he dicho, igualico que el Monago. Donde hay un liberal, que se quite todo lo demás

  5. Bueno, el caso es que no hablamos de España. Hablamos del mundo entero que se ha lanzado al vértigo del cambio. Enorme responsabilidad la de quienes ganarán estas elecciones aquí…y no solo aquí. Nos guste o no, nos parezca o no fundamentada, la protesta, este sábado lo hemos visto, está en la calle. Y eso hay que analizarlo, tenerlo en cuenta, sacar conclusiones y tomar medidas.

  6. Si,si son capaces de no tropezar en la misma piedra, como parece que hacen los gobiernos una y otra vez.

    Las ‘amenazas’ y algunas promesas de deshacer lo hecho por los antecesores, no auguran nada bueno. Están sedientos de darles en los morros a los socialistas, y esto se ve cada día más, en sus comentarios

    No pongo tanto en duda la honestidad de Rajoy, como la de los que le acompañan.

    Que se sepa hasta ahora la derecha califica como ‘perroflautas’, alborotadores y un sinfín de comentarios despectivos al 15M. Son ciudadanos reclamando que cambien las políticas y los abusos, esperemos que no se tornen en políticos al uso.

  7. @ Mauro: Gracias por la lectura y el comentario. Tienes razón en tus dos observaciones, Lluch habría ido (era incombustible, es verdad) y hay que seguir adelante… solo que lo de mañana no me huele muy bien. ;(

  8. @ Pascua: respeto lo de tu olfato. Por lo que parece, no debes de andar mal!

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