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(Alicia Sánchez Camacho no viste adecuadamente el cargo de presidenta del PP en Cataluña. Necesitamos allí polític@s de mayor fuste y menor frivolidad, no salpicad@s por micrófonos en La Camarga ni en conversaciones de cuartel con ex novias de Pujol)
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Con eso de la ‘España empequeñecida’ titula mi buen amigo Víctor de la Serna su comentario de hoy en ‘El Mundo’. Coincide curiosamente con la tesis del artículo que hoy envié a OTR y publico en Diariocritico. España pierde población, pierde dinero, pierde Latinoamérica y, a este paso, acabará perdiendo terreno. Un diagnóstico nada bueno. ¿Es el capitán del barco, Rajoy, consciente de ello?

Quién lo sabe. El caso es que, tras su discurso en Barcelona, que sí parece haber provocado algún boquete en el paredón de cemento de Artur Mas, el presidente del Gobierno central tiene al menos dos oportunidades inmediatas para transmitir algo de entusiasmo al alicaído ciudadano: el domingo, en Valladolid (allí estaremos) y, a fin de mes, en el debate sobre el estado de la nación. Me dicen que MR está encerrado preparando su ofensiva. A ver hasta dónde es capaz de llegar; hasta ahora, su disparo no es de muy largo alcance, temo.